La palabra alternancia proviene del verbo alternar, que procede del vocablo latino alternar, vinculado a la variación, rotación, cambio. La alternancia política es una buena alternativa para que otro tome la posta. La alternancia en el mando o mejor dicho en el Poder Ejecutivo, es un elemento esencial de la democracia.
La continuidad indefinida en cargos del o de los mismos titulares del Ejecutivo, aun en el caso hipotético de que ello sea el resultado de un pronunciamiento electoral libre del pueblo, sin coacción ni fraude, es en principio un factor negativo y distorsionante para la democracia, la continuidad sin alternancia. No solo porque el continuismo indefinido –aún en el caso de que existan elecciones periódicas y teóricamente libres y puras–, genera peligrosos elementos personalistas y autocráticos que afectan negativamente la existencia de una democracia real; sino porque la no alternancia en el mando, en sí misma y por las necesarias consecuencias que provoca, puede hacer peligrar la realización de comicios libres y sin fraude, y por eso “la alternancia en el poder” ha sido calificada como “un principio democrático” por un importante sector de la doctrina latinoamericana.
Sin embargo, en ambas situaciones, la continuidad sin alternancia, en especial si es indefinida o excesivamente prolongada, tiende a provocar el desarrollo de las prácticas políticas potencialmente negativas, a acentuar la arbitrariedad y además a generar peligrosas expresiones de autoritarismo; unidas a la posible creencia en la pertenencia política o personal del poder, y que muchísimas veces nace de su ejercicio prolongado y del desgate.
El principio de alternatividad o alternancia democrática señala la conveniencia para el propio sistema político y, por ende, para todos los actores sociales de la rotabilidad, no tan solo en el poder sino también en la representación de las distintas funciones públicas.
Aquí “rotación” no significa que el poder pase de un grupo a otro alternadamente, sino garantizar un sistema de elecciones que permita la libre elección de los candidatos a través de un sistema de partido eficiente y transparente. Para concluir con las palabras de Winston Churchill, la alternancia fecunda el suelo de la democracia.(O)
Jaime Benites Solís,
Doctor, avenida Samborondón