El presidente de la Corte Nacional de Justicia (CNJ), Iván Saquicela, en entrevista con Diario EL UNIVERSO reconoce que tanto él como el pleno del órgano máximo de justicia ordinaria del país se equivocaron al haber propuesto a Wilman Terán dentro de la terna de la que se escogería al presidente del Consejo de la Judicatura (CJ), instancia que dice está llena de escándalos y cuestionamientos en su accionar.

Afirma que nunca imaginaron que un funcionario judicial de carrera y exconjuez de la Corte Nacional pueda actuar de esta forma contra la estabilidad y la legitimidad de la Función Judicial y transformarse en uno de los presidentes de la Judicatura más cuestionados.

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Está por terminar su periodo de tres años al frente de la CNJ. ¿Ha sido difícil defender la independencia judicial?

Ha sido difícil. (...) Creo que han existido algunos episodios en donde el CJ, que es el que debe ser un órgano técnico y serio y ser el órgano instrumental de la Función Judicial para cumplir la parte administrativa, ha sido ese CJ el que ha vulnerado. Por ejemplo, cuando se me suspendió y se me quiso destituir. (...) Hoy mismo, cuando menos, hay interrogantes de varios sectores del país respecto del concurso para jueces de la Corte Nacional, que si no se hace de forma correcta y técnica es una nueva forma de interferir en el poder judicial. Hace poco estuvo el caso del juez Walter Macías (...). Quiero también recordar que el CJ tenía puesto ya en el órden del día para someterle a régimen disciplinario y eventualmente destituirle a la fiscal general del Estado (...). También la CNJ expidió una resolución que aclaró la figura de los traslados administrativos de jueces y funcionarios, evitando los traslados administrativos arbitrarios. Otro de los temas más fuertes fue el impedir el nombramiento del presidente del CJ y lo defendimos. Existieron momentos duros y tanto nos asistió la razón que la Corte Constitucional en sentencia nos dijo que quien debe enviar la terna es la CNJ y no como se pretendió nombrar sin nuestra terna (...). He citado ejemplos de vulneración de esa institución (CJ) o de alguno de sus vocales a la CNJ y la Función Judicial. Los temas los hemos enfrentado y triunfado por el imperio del derecho y la razón.

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¿No le queda un sabor agridulce el haber luchado tanto por defender la potestad de que la CNJ sea la que envíe la terna y de ella se elija al nuevo presidente de la Judicatura, y diez meses después tengan estos problemas?

Creo que sí, definitivamente. Hay que ubicarnos en el justo punto de lo agrio y de lo dulce y el justo punto es que hubo tanto problema que decidimos consensuar en el pleno de la CNJ. Algunas veces he escuchado de manera errada o injusta que se dice que Iván Saquicela mandó la terna y puso a Wilman Terán. Eso no es verdad. Después de tres ternas que se negaron fue un consenso del pleno de la CNJ y claro ya luego escapa de nosotros. Se trataba de un compañero conjuez, de un funcionario judicial de carrera y que después de vivir lo que vivimos se entendía que iba no a darnos privilegios, ni mucho menos, sino a ser consecuente con los postulados de la Función Judicial y la CNJ. Pero qué fue una de las primeras cosas que hace: poner en agenda la destitución de la fiscal general del Estado y luego suspender y destituir a un juez de la Corte Nacional. Ahí está registrado, no es una cosa personal, de animadversión. Lo que nos correspondió es tener la valentía y el coraje, y lo destaco porque cada uno de los jueces de la CNJ estamos sometidos al régimen disciplinario del CJ, sin embargo, tuvimos el coraje de más allá de esas circunstancias tomar la decisión fuerte de retirarle la confianza. Nosotros depositamos la confianza en Wilman Terán como pleno y él esa confianza la traicionó. Si algún momento alguien pudo creer que esta decisión o expresión fueron erradas, hoy creo que nadie duda como está la presidencia del CJ.

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¿En algún punto pensaron que podía ocurrir todo lo que se ha dado en estos últimos meses desde el CJ?

No, nunca lo imaginamos. Lo que realmente creímos es que si iba un compañero a presidir el CJ iba a estar todo bien.

QUITO (31-07-2023).- El presidente del Consejo de la Judicatura, Wilman Terán, daba a conocer el concurso público de méritos y oposición para la selección y designación de siete jueces de la Corte Nacional de Justicia. Carlos Granja Medranda / EL UNIVERSO Foto: Carlos Granja Medranda

Si bien la terna fue enviada por usted, como parte de lo procedimental, la misma fue consensuada por el pleno de la Corte Nacional. ¿En algún punto los integrantes de ese cuerpo colegiado que decidió han dicho me equivoqué?

Yo creo que nos equivocamos. Nos equivocamos en términos en que no pudimos prever que la forma de actuar, de pensar, de proceder del excompañero podría llevar a estos niveles. No sabíamos.

¿La salida a los errores que se están dando en el CJ es vía una acción de protección, en lo que tiene que ver con el concurso para jueces de la CNJ, y el juicio político que se plantea para Wilman Terán, el vocal Xavier Muñoz y la exvocal Maribel Barreno?

Yo creo que de ambas formas. En lo que respecta al concurso, más allá de mi opinión, el doctor Diego García Sayán, observador de las Naciones Unidas para la independencia judicial y hoy parte del Observatorio Internacional del proceso de selección de jueces de Corte Nacional, dice que cuando menos existen serias dudas. (...) Yo le llamo a la reflexión al doctor Wilman Terán. Reflexione sobre el daño que puede hacer a los propios jueces que fueren nombrados, a la CNJ, a la Función Judicial, al nombrar dentro de un procedimiento irregular o con serias dudas.

¿La decisión que se debe tomar es suspender y volver a foja cero todo el concurso?

Creo que se debería volver a foja cero para corregir los errores que existirían.

En medio de toda esta situación y siendo el representante de la Función Judicial, ¿cómo cierra el 2023 el sistema de justicia ecuatoriano?

En lo que respecta a la CNJ, con franqueza, cerramos de forma positiva por dos razones fundamentales. El trabajo cotidiano de juezas y jueces, despachamos, resolvemos sin mayores problemas. Por ahí hay algún cuestionamiento de un caso en particular que no lo niego, pero que hay canales jurídicos para, incluso, expresar la inconformidad, pero por lo general la Corte Nacional no está en cuestionamiento, no es que no vale, no cumple su trabajo o que es una CNJ corrupta. Y dos, aunque hemos tenido riesgos, ataques, problemas, la CNJ ha triunfado en términos de que la defensa de la institucionalidad y la independencia judicial lo hemos logrado hacer. Ahora tengo que decirlo y no es que me cargue contra el CJ, pero el problema es el Consejo de la Judicatura. Esta instancia ha tenido problemas desde que renunció una presidenta, algunos vocales, han existido graves dificultades en nombrar al presidente titular. Este CJ va por el segundo juicio político. (...) Está lleno de escándalos, de cuestionamiento el accionar del CJ y a sus decisiones. Ese es el cierre de la Función Judicial este año.

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Entonces, ¿hay que separar casos y casos?

Creo que sí, pues además son dos organismos diferentes. Lo óptimo sería que los dos organismos estemos bien coordinados y que trabajemos armónicamente. Eso sería lo óptimo. Eso intenté, porque cuando se colocó en el pleno de la CNJ un consenso de la terna y surgió Wilman Terán se entendía que eso era. Toda la Función Judicial del país aplaudió, porque era la primera vez que había un presidente del CJ que salía de la CNJ, funcionario, conjuez de la Corte Nacional. Han pasado unos meses y se le retiró la confianza y es uno de los presidentes del CJ más cuestionados dentro del país.

¿Quienes hacen la Función Judicial no están trabajando de forma coordinada? Por ejemplo, la CNJ, con usted a la cabeza, anunció una serie de reformas que serán entregadas a la Asamblea y Wilman Terán va solo un día después al Legislativo y entrega sus propuestas de reforma. Además, tanto usted como Wilman Terán se reunieron en días distintos con el presidente Daniel Noboa.

En los ámbitos administrativos las distintas áreas coordinan y en eso en términos generales no tenemos problema. En este último componente, claro, porque le retiramos la confianza, pensamos que su conducta (de Wilman Terán) es errada. Ya eso lo hemos expresado y creo que no solamente lo digo yo, muchas personas lo señalan y cuestionan. Hay una visión distinta. Nosotros pensamos en el imperio del derecho y la independencia y a él se le acusa de estar politizado y de manejar de esa manera. Nosotros no podemos estar en esa línea.

¿Ve que hay intereses políticos y personales rondando el Consejo de la Judicatura?

Creo que sí hay intentos. Al menos hay señalamientos que se hacen en el caso de quien preside y mucho nos podrán decir lo contrario las decisiones que se adopten en relación al concurso, por ejemplo.

¿Piensa que las funciones del CJ deben ser reformadas e incluso como dijo usted en algún momento las tareas de ese órgano deben pasar a la CNJ, como lo era antes en la Corte Suprema de Justicia?

Creo que hay que reformar. En principio creo que la idea del CJ surge porque se piensa que los jueces no debemos estar encargados de la parte administrativa-gubernativa, y es correcto. Pero creo que se fue a un extremo muy incorrecto y por lo tanto debe reformarse. Hay varias propuestas. Por ejemplo, el régimen disciplinario podría estar en manos de magistrados, exclusivamente especializados y encargados del régimen disciplinario. (...) Creo que desde la norma y la práctica se debe cambiar. El CJ no es en su naturaleza un organismo político, es técnico, administrativo, pero algunos de sus vocales o el presidente tienen una conducta que desdice la naturaleza del Consejo, que no es un órgano político. (I)