En seis meses de gestión, la Comisión de Fiscalización y Control Político, presidida por la asambleísta Pamela Aguirre, de las filas del movimiento Revolución Ciudadana (RC), enfrenta las críticas que surgen desde los mismos integrantes de la mesa y de aquellos legisladores que consideran que su conducción tiene el propósito político de beneficiar al correísmo. Ella perdió la mayoría en la comisión.