“Yo estaba a las seis de la tarde el sábado y recibo un mensaje de Nicolás Romero, que es el gerente de la Autoridad Aeroportuaria de Guayaquil, y me dice: ‘¡Oye, está pasando algo!, y me están llamando a mí, pero tránsito aéreo no es de mi incumbencia, es tuyo’. Digo: Sí, efectivamente, ¿qué es lo que pasa?, y descubro que finalmente lo que creían que estaba pasando, en ese momento, sábado 20 (de agosto), había pasado el sábado 13. Algunos dicen que nosotros hemos escondido, pero la verdad es que nosotros no sabíamos qué había pasado porque cómo sé yo, estando en esta oficina (...) si los de Guayaquil que están en la torre y en el radar no me dicen”.