Romeo tenía 17 años cuando decidió migrar hacia Estados Unidos. Su madre había fallecido y su padre empezaba un nuevo matrimonio. “Nos tiene solo a nosotros, pero por la pobreza buscamos la manera de ver si puede viajar, porque aquí no tenemos para ayudarle o educarle”, comenta su tío, quien asegura haber cancelado los $ 14.000 que exigió el ‘coyote’ para llevar a su sobrino a Norteamérica.