La próxima vez que te sientas viejo, acuérdate de los ginkgo biloba. Estos árboles pueden vivir más de 1.000 años y están diseñados para ser casi inmortales. Ahora un nuevo estudio revela el secreto de la longevidad de estos árboles milenarios. La investigación, considerada la más completa que se haya hecho sobre el envejecimiento de las plantas, ofrece la primera evidencia genética que explica la larga vida de esta especie.