Comprender el funcionamiento del sistema inmune y la longevidad de las tortugas terrestres gigantes, para lograr la conservación de esta y otras especies, es uno de los principales objetivos de varios científicos que lograron descifrar el genoma del Solitario George, el último quelonio gigante de su especie (Chelonoidis abingdonii) que vivió en la isla Pinta, en Galápagos.