\tEl GIR es un grupo táctico que trabaja en base a inteligencia con los operativos, pero también realiza patrullajes preventivos en el sector urbano y en el golfo, previa coordinación con la Dirnea y el Coguar, indica el mayor Ochoa.En las aguas interiores, ejes fluviales, ríos y mar territorial, le corresponde ejercer el control a la autoridad de Policía Marítima, dice el capitán de Reparto de Puerto, Javier Lasso.El control se realiza con patrullajes diarios, previo a planificación y análisis de las zonas de mayor riesgo, mareas, problemática del sector. También están los de emergencia o reactivos. \"Siempre hay lista una lancha para salir y atender el requerimiento\", enfatiza.Además, están los operativos especiales. Se trata de una operación puntual, planificada, con datos de inteligencia, coordinando con otras entidades, como Policía Nacional, Gestión de Riesgo, Inteligencia Militar, Aduana, para contrarrestar algún acto ilícito. Se realiza la incursión a algún lugar (camaronera, embarcación, tráfico de droga, mercaderías, tráfico de combustibles), refiere.Al sur de la isla Puná, en el Golfo, el Coguar descubrió en abril pasado un semisumergible escondido en el manglar. En la inspección, la Fiscalía de Delitos Acuáticos halló cuatro compartimentos con unos 6.000 galones de combustible, plomo, varillas de hierro, sacos de cemento y agua almacenada.De enero a mayo del 2014 se han presentado 11 robos de motores, según la Dirección Regional del Guayas (Dirgua). En las mismas fechas, de un total de 79 denuncias receptadas, entre ECU-911, capitanías y civiles, se atendieron 70, de las cuales 52 fueron resueltas.Se trata de controlar y planificar estableciendo áreas puntuales en base a estadísticas y a un mapa térmico (ubicación de las áreas de mayor influencia de la delincuencia). indica el capitán Lasso.\"Hay un momento en que nosotros, como autoridad de policía marítima, perdemos la autoridad en ese momento, y tiene que haber alguien, en este caso la Policía, que continúe el proceso… sobre tierra, para que termine donde tenga que terminar, o bien en agua o en tierra, con éxito\", dice Oswaldo Unda, capitán del Coguar.Cuando hay un operativo específico sobre algún área o sector, hay que tomar en cuenta que en marea baja no se puede llegar a ciertos sectores de los canales interiores, pero se ejecuta cuando se trata de una operación contra una amenaza específica, explica.Hay muchos caseríos posicionados a lo largo del golfo, y varios de sus pobladores se dedican a la actividad ilícita de robo de motores, pesca ilegal, robo de artes de pesca. “Todo esto se sabe por información de inteligencia”, refiere. Por ello se planifican patrullajes a diario en las zonas más problemáticas, en el área de las camaroneras, agrega.\"Se sabe que en un lugar es donde almacenan cosas robadas, en otra casa, en un riachuelo que tienen por ahí están metidas las embarcaciones que las utilizan para actividades ilícitas\", dice Unda, quien explica que si no se encuentra en delito flagrante a la persona, no se puede hacer nada.En ello coincide uno de los habitantes de las islas. \"Aquí, estos lugares los toman como residencia los mismos piratas; son lugares apartados, a veces muchos de ellos son moradores mismos\", señala.Hay que investigar, enviarle al juez los suficientes indicios para entrar al pueblo y hacer los allanamientos, una labor en la que participan la Fiscalía de Espacios Acuáticos, la Infantería de Marina, el Coguar, la Capitanía del Puerto, planificando la operación y ejecución.En el proceso, que toma varios días hasta que llegue la orden de allanamiento, se corre el riesgo de que la información se haya filtrado y llegue a los involucrados, que ya han tenido el tiempo suficiente para desaparecer la evidencia. Si no se encuentra nada, pueden demandar a la institución, dice Unda.Aunque en sectores cercanos al río y esteros son pocos los moradores que recuerdan haber visto apagar un incendio desde el agua, acoderadas en el muelle de Malecón y Tomás Martínez están las cinco lanchas de la Brigada Fluvial del Cuerpo de Bomberos, atentas para cubrir alguna emergencia.Van a donde son requeridos y desde las embarcaciones dotan de agua del río a las unidades que están en tierra apagando el fuego. El más reciente de los casos ocurrió el pasado 8 de diciembre en uno de los departamentos del edificio Panorama, ubicado en Malecón Simón Bolívar y Abdón Calderón.Como la actividad en el agua no es la misma que la que se da en tierra, al año pueden presentarse unas tres o cuatro emergencias muy serias, dice el mayor Carlos Mayarino, jefe de la Brigada. \"Nosotros como cantón, tenemos que salvaguardar los bienes de Guayaquil, y a Guayaquil pertenecen Posorja, la isla Puná, y todo lo que se origine a través de este río y en el estero también\", agrega.A Puná, el sitio más distante, y donde está en proyecto la construcción de un cuartel del Cuerpo de Bomberos, les toma aproximadamente una hora en llegar para cubrir alguna emergencia.La Brigada también ayuda en rescates de tipo acuático. Hace años la gente se lanzaba al río para suicidarse, recuerda. \"Hay embarcaciones y personal calificado para ese tipo de actividades. En la división hay 4 buzos deportivos que tienen conocimiento de rescate\", señala Mayarino.Los pocos que recuerdan a los bomberos fluviales señalan que hace casi una década la brigada entraba por las Esclusas (sureste), un canal de acceso del río al interior de la ciudad.","isAccessibleForFree":true}
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Ubicado al este de la ciudad que lo ve nacer, fluye el majestuoso Guayas. Se introduce por canales, juega y corretea por esteros y manglares, se estira, se acurruca, se esconde; baja y sube besando las orillas urbanas y rurales, orillas que están bajo custodia ante los peligros que hay en varios sectores.
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