Cuenca es conocida por sus calles empedradas, sus catedrales antiguas, sus parques coloniales y los ríos que la atraviesan. La ciudad se ha convertido en uno de los sitios preferidos para el arribo de extranjeros retirados. Estas distinciones, junto con el increíble nivel de conservación de su patrimonio histórico y cultural, propiciaron que Cuenca fuese nombrada por la Unesco Patrimonio Cultural de la Humanidad.