Que el paso de turistas y visitantes en sus instalaciones no deje un grave impacto medioambiental es uno de los objetivos del nuevo Go Quito Hotel, cuya filosofía y dinámica de funcionamiento es a favor de la naturaleza.

De acuerdo con José Luis Morejón, gerente general de Go Quito Hotel, se trata además de la única inversión de cinco estrellas, de lujo, en la capital ecuatoriana luego de 23 años.

“Queremos generar unas prácticas diarias habituales de sostenibilidad”, comentó para este Diario. “También, impulsar el desarrollo económico desde la perspectiva medioambiental a través de una multiplicidad de herramientas y equipamiento, que conforman un hotel de esta categoría, se combinaron muchas ingenierías y especialidades”.

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Asimismo, el grupo Go Galápagos espera trasladar sus décadas de experiencia sobre el mar ahora al continente.

“La industria del turismo tiene que ver con el grado de satisfacción, complacencia y la experiencia que tiene cada viajero cuando visita o descubre un destino y, en este caso, el haber operado por 40 años en la joya del turismo ecuatoriano y mundial, como lo son las islas Galápagos, ha generado una ruta y una curva de aprendizaje muy importante que ahora podemos llevar a una infraestructura en la capital”, explica Morejón al dejar en claro que buscan exceder las expectativas de los viajeros que llegan por ocio, trabajo o negocios.

“Que cada huésped se vaya muy satisfecho y sabiendo que el hotel está operando con un alto sentido de responsabilidad empresarial, en lo ambiental y social”.

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¿Cuáles fueron los pasos para concretar esa visión? Se asesoraron en las disciplinas que lo harían posible. Desde sistemas de construcción ecoamigables, el origen de los materiales utilizados, domótica, así como en energía alternativa limpia, lo que derivó en la utilización de paneles solares para disminuir el consumo energético.

“Y lo complementamos con prácticas de nuestros clientes y personal para crear conciencia ambiental”, sostiene. “Por ejemplo, desde el día 1 se están clasificando los desechos y aquellos que son orgánicos se traducen en compost o abono orgánico en una de las propiedades del grupo y en la producción de frutas, verduras y vegetales que regresan nuevamente al consumo de nuestros huéspedes”, detalla.

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Su compromiso medioambiental se observa además en los detalles que decoran y armonizan las distintas áreas del hotel, hechos por artesanos y mano de obra ecuatoriana.

Y están seguros del camino ecoamigable que han elegido para recuperar su inversión. “Desde el punto de vista de triple utilidad del negocio no se trata solo del factor monetario, que es importante porque las inversiones se hacen para recuperarlas, sino también del desarrollo de puestos de trabajo en una actividad económica turística importante”, comentó. “Y el tercer pilar es la conciencia ambiental, es decir, tratar de preservar nuestro entorno. Allí es cuando se logra el equilibrio. Todos los mercados están de acuerdo con esa inversión adicional de lujo moderno, en nuestro caso”.

¿Pero y si usted es uno de los viajeros que esperan encontrar cada día su agua embotellada en la habitación? Solo deberá acostumbrarse a una nueva y gentil rutina que probablemente terminará cautivándolo. Por otro lado, subraya Morejón, hay cada vez más una gran cantidad de huéspedes que buscan un alojamiento sostenible.

La seguridad y la vista privilegiada de su ubicación en la avenida Eloy Alfaro de Quito, y con rutas directas desde el aeropuerto, son otros puntos a su favor. El paisaje lo observará mejor cuando visite su restaurante con vista panorámica de 180 grados. “Creo que eso genera también un sentido de satisfacción, de tranquilidad y de conexión con la naturaleza”.

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