El Cristo Redentor que abraza la bella ciudad de Río de Janeiro es punto obligado para quienes visitan la Ciudad Maravillosa, que cautiva también por sus playas, su carnaval y la amabilidad de su gente (los cariocas). Pero definitivamente el símbolo más representativo de Río es la estatua, considerada una de las siete maravillas del mundo moderno.
Al pararse debajo de ella (también puede verla desde otros ángulos a bordo de un helicóptero) impresiona su tamaño. De allí que muchos se preguntan cómo lograron esculpir algo tan grande a esa altura (709 metros sobre el nivel del mar). Pues entérese de que la obra no fue esculpida allí, en la cima del Corcovado. En Río de Janeiro se tienen preparados varios eventos por los 90 años; siempre, han dicho las autoridades de esa ciudad, tomando en cuenta los cuidados por la pandemia del COVID-19.
- A quien se le ocurrió levantar una estatua en el Corcovado fue al religioso francés Pedro María Boss, y contó con el apoyo de la princesa Isabel de Portugal. Este monumento sería, para él, un homenaje a ella, hija del emperador Pedro II.
- La estatua fue elaborada para conmemorar los cien años de la independencia de Brasil (7 de septiembre de 1822). Para su creación se recibieron donaciones durante diez años. Cuando el dinero ya estaba listo, se pensó que sería un artista brasileño el elegido. Pues no, fue el francés Paul Landowski (1875-1961). Eso sí, el diseño fue del ingeniero brasileño Heitor da Silva Costa (1873-1947) y del artista plástico Carlos Oswald.
- La estatua demoró cinco años en su construcción. La original que diseñó Oswald y que ganó el concurso público sostenía una cruz en la mano izquierda y el globo terráqueo en la derecha.
- La construcción comenzó en 1926 y se inauguró el 12 de octubre de 1931. Pero, sorpresa, Landowski no hizo la estatua en Brasil. La construyó en su totalidad en Francia. Luego la envió a Brasil en pedazos. Solo la cabeza tenía 50 partes.
- Para las partes que tenían que ensamblarse en la cima del Corcovado tuvieron que usar el tren que actualmente sube a los visitantes hasta la estatua. El Ferrocarril del Corcovado o Tren de Corcovado fue inaugurado el 10 de julio de 1884.
- La estatua fue erigida luego de cinco años y fue montada en sentido inverso, es decir, desde la cabeza hasta los pies.
- El Cristo Redentor mide 30 m de alto por 28 m medidos entre cada brazo, y pesa 1.145 toneladas. La Virgen del Panecillo en Quito pesa 124 toneladas (124.000 kg).
- El nombre original del morro del Corcovado fue Pico de la Tentación (Pico da Tentação). En el siglo XVI, cuando llegaron los primeros conquistadores portugueses, lo bautizaron así porque les recordaba a la montaña donde, según datos de la Biblia, Jesús fue tentado por el diablo. Luego de cien años esa elevación tuvo el nombre actual, haciendo referencia a su forma que recuerda a una corcova o joroba (en español).
- La estatua fue un logro de la ingeniería en esa época, ya que se necesitaron más de mil toneladas de hormigón, y por su forma de brazos abiertos el trabajo de montaje y revestimiento suponía un gran peligro. Pero no hubo accidentes graves.
- Se dice que en el interior del corazón (visible por fuera también) hay una botella que contiene el árbol genealógico de Héctor Levi, un judío que fuera el constructor responsable de la obra y que se convirtió al catolicismo después de salvarse de morir en un grave accidente; y de Pedro Fernandes, ingeniero fiscal. El corazón tiene una dimensión de 1,30 metros.
- Uno de los brazos tiene 40 centímetros menos que el otro para garantizar, al igual que las velas de un barco, que pueda resistir vientos de 150 km/h.
- Algo que no se ve cuando se está parado al pie de la estatua es que en la cabeza lleva una especie de corona de espinas, que en realidad hace las veces de pararrayos.
- En el interior del Cristo Redentor hay una escalera metálica angosta que sirve para acceder a varias salidas. Pero esta parte solo es para mantenimiento y está permitida a los encargados de reparación. Aunque con un permiso expreso de la Iglesia los turistas afortunados pueden ingresar.