Los teléfonos móviles se han convertido en una extensión del cuerpo. Este dispositivo almacena fotos, recuerdos, notas, conversaciones y una variedad de datos que, en muchos casos, no son compartidos con nadie. Pero, ¿qué tan detallada es la recopilación de nuestra información por parte de estos dispositivos y qué tan valiosa resulta ser?