Al igual que ocurre con las películas, los programas de televisión, la música y otros contenidos digitales, existe un mercado en auge de títulos de juegos que han sido “crackeados” para que cualquiera pueda utilizarlos sin pagar. La piratería se registra desde los juegos para computadoras, dispositivos móviles hasta las consolas. Sin embargo, descargar y ejecutar una copia pirata puede exponer a los usuarios a múltiples riesgos que van desde multas hasta programas maliciosos.