Una compañía de California decidió hacer un curioso experimento con la Inteligencia Artificial y el hallazgo fue contundente. Ante la posibilidad de autonomía, las IA’s crearon su propia civilización, con todo lo que eso implica.

La prueba consistía en soltar mil agentes de IA, creados por Fundamental Research Labs (antes Altera AI) en el videojuego Minecraft, para saber qué comportamiento podrían tener.

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A pesar de que hubo ciertas intervenciones de los desarrolladores para evitar que el proceso se estancara, lo que los agentes hicieron de forma independiente fue sorprendente y revelador para el equipo. Generaron su propio sistema económico, fijaron ciertos temas gubernamentales y hasta desarrollaron sistemas de creencias.

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“Construían granjas y mercados, intercambiaban recursos usando esmeraldas como moneda e incluso desarrollaron formas de gobierno y religión. Algunos asumieron roles de líderes, otros de sacerdotes, y unos pocos se corrompieron, sobornando a sus iguales para obtener influencia”, reseñó Tom Howarth para la revista científica digital BBC Science Focus.

¿Qué resultado obtuvieron los investigadores?

“Los agentes estaban distribuidos en comunidades urbanas y rurales, cada una con su propia cultura e identidad. Dividieron el trabajo: algunos se especializaron en la agricultura, otros en la construcción o el comercio. Aparecieron normas y jerarquías sociales, junto con comportamientos y debates más complejos”, agregó el informe.

Ya se han creado productos como Shortcut y Fairies Foto: Shutterstock

Debido a la coordinación observada y el nacimiento de una civilización digital, los conocedores vislumbraron poder trasladar esta organización a entornos más asequibles, como ayudar a gestionar trabajos de oficina.

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Ya se han creado productos como Shortcut y Fairies, un agente de Excel y un asistente de escritorio, respectivamente.

Para el doctor Robert Yang, quien estuvo a cargo del equipo, este tipo de experimentos pone de manifiesto el contraste entre construir “humanos digitales” con empatía y autonomía, o responder a la necesidad inmediata del mercado, que se inclina por agentes especializados orientados a la productividad.

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(I)

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