Se suele tener un estereotipo recargado de la forma en la que luce una persona inteligente: debe ser introvertida, no agraciada a nivel físico, siempre contar con un libro a la mano y ser enemiga de los eventos sociales. Lo cierto es que ese tipo de características solo se ha vuelto real en las películas, y que en la vida diaria no tienen tanto peso como lo pensamos.

Si lo que tienes es curiosidad por saber si tú también eres una persona inteligente, debes enfocarte en factores curiosos, sorprendentes y contradictorios, pero avalados por estudios y expertos. Te contaremos unos cuantos.

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En vez de buscar la respuesta correcta, te enfrascas en la pregunta correcta

GETTY IMAGES

“Si tuviera una hora para resolver un problema, y mi vida dependiera de la solución, invertiría los primeros 55 minutos en determinar la pregunta correcta”, solía decir Albert Einstein. “Porque si encuentra la pregunta adecuada, resolveré el problema en menos de cinco minutos”.

Las personas con un alto nivel cognitivo intuyen o son plenamente conscientes del poder de las preguntas. Si te descubres muchas veces intentando averiguar cuál es el auténtico problema en lugar de autobombardearte con soluciones, es muy posible que seas más inteligente de lo que crees.

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¿Tu mamá te decía ‘voy a lavarte la boca con jabón’?

En la última versión estadounidense Sherlock Holmes es interpretado por Robert Downey Jr.

Si cuando te enfadas tienes un vocabulario tan soez como amplio que hasta harías enrojecer al capitán Haddock, es posible que seas inteligente. Malhablado, pero inteligente. Y es que un estudio de 2015 descubrió que las personas con gran capacidad para expresarse con palabras tabú suelen tener un acervo léxico más amplio que la media.

Además, ¿te has fijado en cómo personajes de ficción inteligentes, como el doctor House o las versiones modernas de Sherlock Holmes, insultan a cualquiera sin pensárselo? Se vincula la tendencia a mal hablar a la apertura, un rasgo que la psicología asocia a gente curiosa, imaginativa y abierta de mente.

Estás apegado a las noches

Imagen: Pexels

¿Te quedas hasta las tantas de la noche leyendo, escribiendo, fisgoneando Wikipedia...? Diversos estudios han comprobado que las aves nocturnas suelen tener un elevado nivel de inteligencia.

Ojo: no aproveches por eso esta confirmación para justificar hábitos de descanso que, a largo plazo, pueden ser peligrosos para tu salud, tanto física como mental. Quédate un ratito más leyendo, pero que ese ratito no se convierta en “¡anda, si ya son las 3 de la madrugada!”.

Te reconocen por tu sentido del humor

De nuevo, recuerda a personajes como House o Holmes. Además de insultar como si no hubiera un mañana, no pierden oportunidad para mostrar su humor retorcido. Un estudio de 2011 enfocado en el mundo del ligoteo descubrió que la gente divertida es considerada sumamente atractiva. Cuando se pregunta a los participantes la respuesta era unánime: alguien divertido suele ser inteligente.

Esto es especialmente serio si dedicas tiempo y energía a crear tus propios chistes o comentarios divertidos. El humor es un tipo de actividad que requiere saber observar la realidad atentamente, ser consciente de tus debilidades (para reírte de ellas) y un gran nivel de empatía.

Gozas de altura

Foto: Getty Images

En 2008, un estudio decidió explorar un detalle curioso del mundo laboral: los puestos de trabajo de mayor estatus suelen estar ocupados por trabajadores altos. Tirando del hilo, y usando a participantes estadounidenses y británicos, se descubrió que al menos los niños más altos sacan mejores puntuaciones en test cognitivos que los altos.

¿Eres una persona bajita? No te preocupes. Esta faceta de tu vida está fuera de tu control. En cambio, puedes responsabilizarte de obtener más conocimientos, mejorar tus habilidades, avivar más tu curiosidad. (I)