¿Tienes calor y antojo de comer algo delicioso o simplemente quieres matar el hambre entre comidas? Pues es el mejor momento para que pruebes uno de tantos platos tradicionales mexicanos que han deleitado por años a distintos paladares.
Se trata del “caldo de oso”, una botana que se puede preparar fácilmente en el hogar y aporta diferentes beneficios para la salud, a través de su ingrediente principal: la jícama, un tubérculo que es rico en proteínas, fibra, vitaminas, minerales y otros nutrientes.
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¿Por qué se llama “caldo de oso”?
Esta peculiar botana es originaria de León, Guanajuato, y se caracteriza por combinar diferentes frutas con vinagre, queso rallado y otros elementos, aunque su receta suele variar en cada hogar donde se prepara.
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Debido al vinagre y al chorrito de limón que se le agrega, este alimento suele ser bastante caldoso, y es justamente de ahí que surge su nombre “caldo de oso”, como un ingenioso juego de palabras, según Infobae.
La receta de esta comida típica mexicana suele variar en cada hogar, con ingredientes más o menos, pero para prepararla de una forma tradicional y sencilla solo se necesita un vaso de plástico, jícama, cebolla, limón, sal, chile piquín, vinagre de piña y queso rallado.
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Preparación del “caldo de oso” mexicano
- Corta la jícama en pedazos pequeños o rállala y colócala en el vaso de plástico.
- Agrega cebolla picada al gusto, y exprime el jugo de limón sobre la jícama.
- Añade sal al gusto y espolvorea chile piquín a tu preferencia.
- Vierte vinagre de piña sobre la mezcla en el vaso.
- Agrega queso rallado sobre el top del vaso.
¡Listo! Ya puedes disfrutar de esta refrescante y deliciosa botana mexicana, perfecta para calmar el hambre y refrescarte en los días de calor.
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