Las enfermedades de la piel son un mundo complejo y necesitan ser tratadas a tiempo, desde el acné hasta los aparentemente inofensivos puntos rojos o angiomas, muy similares a los lunares y mejor conocidos como puntos rubí.
Estas pequeñas manchitas son de color rojo y pueden medir de uno a dos milímetros, sin embargo, hay algunos más grandes que pueden medir hasta siete o más milímetros. Según indica el portal español Sanitas, en general, son dilataciones de pequeños capilares y muy parecidos a las “varices”, pero perpendiculares a la piel, y pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, incluso en la cara, pero aparecen con mayor frecuencia en los brazos y el torso. Pero ¿por qué aparecen?
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El motivo de su presencia es un símbolo de envejecimiento cutáneo, explica, en un artículo, Concetta D’Alessandro, dermatóloga del Instituto de Dermatología Integral (IDEI) . Las personas mayores a las seis décadas de edad llegan a tener de 50 a 100 puntos rubí en el tronco.
Otra de las causas de su aparición son los cambios hormonales relacionados con la gestación.
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En ocasiones, estos puntos tienen un componente hereditario de relevancia, de ahí que también se denominen angiomas capilares adquiridos. También son conocidos como angiomas seniles, angiomas en cereza, angiomas capilares o puntos de Campbell-De Morgan.
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D’Alessandro, además, asegura que no se puede hacer nada para evitarlo o prevenirlo; sin embargo, para cuidar la piel de su envejecimiento es prudente evitar la sobreexposición solar o exponerse sin usar bloqueador solar. Asimismo, es necesario no someterse a procedimientos con láser, peelings o depilaciones antes de la exposición solar, porque se pueden producir manchas. Por otro lado, debe implementar en su limpieza diaria el uso de jabones o limpiadores neutros que no alteren el pH de la piel y aplicar cremas humectantes tomando en cuenta el tipo de piel. (I)