Cada 8 de marzo, el mundo conmemora el Día Internacional de la Mujer, una fecha que simboliza la lucha constante por alcanzar la igualdad de género y la reinvindicación de los derechos de las mujeres.
Esta jornada tiene sus raíces en diversos acontecimientos históricos que representan un recorrido lleno de movilizaciones, exigencias y reclamos que marcaron el camino en su búsqueda de justicia social.
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Un suceso crucial en la historia de los derechos de las mujeres ocurrió en 1848, cuando Elizabeth Cady Stanton y Lucretia Mott organizaron la Primera Convención Nacional sobre los Derechos de las Mujeres en Seneca Falls, Nueva York.
Este evento fue el primer encuentro formal en el que se discutieron temas como el derecho al voto, la educación y la igualdad de género, sentando las bases para el movimiento feminista moderno en Estados Unidos.
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Uno de los acontecimientos más relevantes tuvo lugar el 8 de marzo de 1857, cuando un grupo de trabajadoras de la fábrica textil Cotton en Nueva York salió a las calles para manifestarse contra las condiciones laborales precarias. Entre sus principales demandas se encontraban la reducción de la jornada laboral y un salario equiparado al de los hombres.
Durante la protesta, las manifestantes fueron brutalmente reprimidas, lo que resultó en la muerte de 120 mujeres. Este hecho, conocido como “Pan y Rosas”, se convirtió en un hito en la lucha por los derechos laborales y sentó las bases para futuras reivindicaciones sociales.
Posteriormente, en 1908, unas 15.000 mujeres marcharon nuevamente en Nueva York demandando mejores salarios, reducción de la jornada laboral y el derecho al voto.
Este espíritu de lucha llevó a que, el 28 de febrero de 1909, se celebrara por primera vez el “Día Nacional de la Mujer” en Estados Unidos, promovido por el Partido Socialista en honor a las huelgas de las trabajadoras textiles.
El movimiento ganó fuerza internacional en 1910, durante la Segunda Conferencia Internacional de Mujeres Trabajadoras en Copenhague (Dinamarca), donde se propuso establecer un “Día Internacional de la Mujer” para abogar por sus derechos y el sufragio femenino.
La propuesta se materializó el 19 marzo de 1911, aprobada por las asistentes de 17 países, con la primera celebración oficial en países como Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza. Posteriormente, en 1913, la fecha se fijó para el 8 de marzo.
Un trágico suceso que marcó la historia fue el incendio en la fábrica Triangle Shirtwaist de Nueva York, el 25 de marzo de 1911, donde 146 trabajadores perdieron la vida, 123 eran mujeres, debido a las deplorables condiciones de seguridad.
Este desastre evidenció la urgente necesidad de reformas laborales y reforzó la lucha por condiciones dignas de trabajo para las mujeres.
En 1917, en el contexto de la Primera Guerra Mundial, las mujeres rusas protagonizaron una serie de manifestaciones el 8 de marzo exigiendo “pan y paz”. Estas protestas desencadenaron la Revolución Rusa que culminó con la abdicación del zar y la concesión del derecho al voto femenino en Rusia.
Finalmente, en 1975, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) reconoció oficialmente el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer, consolidando esta fecha como un símbolo de la lucha por la igualdad, la justicia y el desarrollo de las mujeres en todo el mundo. (I)