La espera por la celebración de la Navidad en el Tiempo de Adviento continúa con el encendido de una nueva vela en la clásica Corona de Adviento que trae consigo una oración que recuerda la importancia religiosa del rito católico.

Durante la segunda semana se enciende la Vela de la Paz de Color Morado, que representa la oración, preparación y penitencia de los creyentes. Se trata de la segunda vela morada de tres totales en la Corona de Adviento.

Oración para encender la vela

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Dios de Bondad, te pedimos bendigas nuestra corona de Adviento para que sus velas sean símbolo de la fe que nos anima a ser testigos de tu Hijo. Amén.

La fe y el testimonio cristiano se enfrenta a desafíos tales, que sólo uniendo nuestros esfuerzos podremos hacer un servicio efectivo a la familia humana y permitir a la luz de Cristo llegar a todos los rincones oscuros de nuestro corazón y de nuestro mundo”

Reflexión

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Esta segunda semana de Adviento se nos invita a reflexionar en la fe. En esa misma fe que movió a José y María a actuar de una manera específica cuando enfrentaron el reto de buscar un lugar apropiado para traer a Jesús al mundo. Así es la fe, se nos es dada para compartirla y para llevarla a la acción. Hoy en día la casa que compartimos con todas las especies, nuestro planeta, también está enfrentando el reto del calentamiento global.

Nuestra fe nos demanda también cuidar y proteger la creación de Dios. La fe nos llama a ser buenos administradores de la Tierra, a trabajar juntos para preservar este hogar que compartimos y cuidar de quienes sufren las consecuencias del cambio climático de manera desproporcionada.

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Preguntas para meditar

1. ¿Cómo pueden las enseñanzas de la fe inspirarnos a tomar medidas más compasivas hacia aquellos que son afectados desproporcionadamente por el cambio climático?

2. ¿De qué manera nuestras acciones cotidianas reflejan un compromiso con la preservación del medio ambiente como un acto de solidaridad hacia los más vulnerables?

3. ¿Qué responsabilidades compartidas deberíamos reconocer entre la comunidad de fe y la sociedad en general para abordar el calentamiento global de manera más efectiva?

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4. ¿Cómo podemos equilibrar nuestras necesidades y deseos personales con el imperativo moral de cuidar a los necesitados y proteger la creación?

Oración final

Jesús, tú has unido en ti mismo la divinidad y la humanidad, en un único misterio de amor. Tú nos has mostrado que el amor es la medida de la fe. Aumenta nuestra fe para que ya no podemos separar la vida de piedad del servicio a los hermanos. No permitas que ahoguemos sus voces en nuestras gargantas y danos el valor de ponernos de pie por todo lo que es justo y bueno. Amén. (I)