Alejandra Rojas nunca imaginó lo que le pasaba a su perrito Spot. Luego de visitar a varios veterinarios, no daban con el problema que afectaba a su mascota, su “perrhijo”. Con el tiempo, ella se enteró de un cuadro médico desconocido cuyo diagnóstico se relacionaba con un problema de columna y articulaciones. “Le diagnosticaron una enfermedad un poco desconocida relacionada con sus articulaciones y su musculatura. Además, le diagnosticaron problemas por hernias discales, una enfermedad que se le iba comiendo las articulaciones, lo que me llevó a buscar alternativas para mejorar su estilo de vida. Para esto, Spot estuvo cuatro meses en fisioterapia. Esto me hizo conocer aún más de estos problemas de columna y articulaciones que aquejan a las mascotas y que son desconocidos por sus dueños hasta cuando el problema está encima. Así vi a muchos perritos. Mi perrito empezó a perder musculatura, comenzó a fallarle una patita trasera, luego una delantera. Luego de un mes, el doctor me dijo que sufría de miastemia grave congénita. Entonces tuve que pensar en los accesorios para mi perro, pero aquellos que ayuden a mejorar su postura. Unos de esos fueron los comederos elevados”, dice Alejandra.