La preparación del pesebre en nuestras casas y parroquias nos ayuda a revivir la historia de lo que ocurrió en Belén, con el nacimiento de Jesús. Los nueve días del rezo de la novena nos recuerdan la alegre espera de María y José por el Mesías.

1. Se inicia con un villancico

2. Oración para todos los días

Publicidad

Amor de mis amores, tierno e inocente,

Niño Jesús, encanto de pastores y reyes.

Delicia del Corazón de María,

Publicidad

arrullo del sueño de José,

salvador mío y del mundo,

Publicidad

nacido en un pesebre y envuelto en pañales:

Queremos en esta novena,

que nos prepara para celebrar tu nacimiento,

caminar el camino de amor que es tu vida

Publicidad

siguiendo las huellas del amor de tu Padre eterno

y del amor de unos esposos maravillosos,

que te engendraron en la fe

que se vivía en su hogar de Nazaret

todos los días.

Te pedimos que al contemplar estas historias de amor,

nos enamoremos profundamente de Ti, Verbo encarnado.

Amén.

3. Lectura Bíblica: Lucas 1, 5-20

4. Reflexión del día

El día cinco está dedicado al diálogo.

Toda la Biblia es un diálogo amoroso de Dios con los hombres. Un diálogo que lleva a su plenitud cuando la palabra de Dios que es su Hijo, se hace carne, se hace hombre, tal como lo narra San Juan en el primer capítulo de su evangelio.

El diálogo sereno que brota de un sincero amor y de un alma en paz es el mejor aguinaldo que nos podemos dar en Diciembre. Así evitamos que nuestras casas sean lugares vacíos de afecto en los que andamos dispersos como extraños bajo el mismo techo.

Dios nos concede a todos el don de comunicarnos sin ofensas, sin juicios, sin altanerías, con respeto y empatía, lo que genera acogida y mutua aceptación.

5. Villancico

6. Peticiones de los asistentes

7. Oración final para todos los días

Señor, Navidad es el recuerdo de tu nacimiento entre nosotros, es la presencia de tu amor en nuestra familia y en nuestra sociedad. Navidad es certeza de que el Dios del cielo y de la tierra es nuestro Padre, que tú, Divino Niño, eres nuestro Hermano.

Que esta reunión junto a tu pesebre nos aumente la fe en tu bondad, nos comprometa a vivir verdaderamente como hermanos, nos dé valor para matar el odio y sembrar la justicia y la paz. Oh Divino Niño, enséñanos a comprender que donde hay amor y justicia, allí estas tú y allí también es Navidad. Amén. (I)