A partir del 16 de diciembre cada año, los católicos rezan la tradicional novena de aguinaldos, costumbre que rememora los meses previos al nacimiento de Jesús y termina con su llegada en el pesebre de Belén. Además del significado religioso, la novena es un espacio social en donde se reúnen familiares, trabajadores y comunidades en general para compartir un tiempo de armonía y paz.

3 recetas de empanadas para deleitar a tus invitados en la Novena de Navidad

1. Se inicia con un villancico

2. Oración para todos los días

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Amor de mis amores, tierno e inocente,

Niño Jesús, encanto de pastores y reyes.

Delicia del Corazón de María,

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arrullo del sueño de José,

salvador mío y del mundo,

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nacido en un pesebre y envuelto en pañales:

Queremos en esta novena,

que nos prepara para celebrar tu nacimiento,

caminar el camino de amor que es tu vida

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siguiendo las huellas del amor de tu Padre eterno

y del amor de unos esposos maravillosos,

que te engendraron en la fe

que se vivía en su hogar de Nazaret

todos los días.

Te pedimos que al contemplar estas historias de amor,

nos enamoremos profundamente de Ti, Verbo encarnado.

Amén.

3. Lectura Bíblica: Génesis 2, 18-24

4. Reflexión del día

El tercer día dedicado al respeto, una cualidad del amor que nos mueve a aceptar a los otros tal como son.

Gracias al respeto valoramos la gran dignidad de toda persona humana hecha a imagen y semejanza de Dios, aunque esa persona esté equivocada. El respeto es fuente de armonía porque nos anima a valorar las diferencias. Un amor respetuoso nos impide juzgar a los demás, manipularlos o querer moldearlos a nuestra conveniencia. Jesús siempre actúa como buen pastor y nos enseña a ser respetuosos si de verdad queremos entendernos con los demás.

5. Villancico

6. Peticiones de los asistentes

7. Oración final para todos los días

Señor, Navidad es el recuerdo de tu nacimiento entre nosotros, es la presencia de tu amor en nuestra familia y en nuestra sociedad. Navidad es certeza de que el Dios del cielo y de la tierra es nuestro Padre, que tú, Divino Niño, eres nuestro Hermano.

Que esta reunión junto a tu pesebre nos aumente la fe en tu bondad, nos comprometa a vivir verdaderamente como hermanos, nos dé valor para matar el odio y sembrar la justicia y la paz. Oh Divino Niño, enséñanos a comprender que donde hay amor y justicia, allí estas tú y allí también es Navidad. Amén. (I)