Abril de 2025 traerá consigo un espectacular evento astronómico: la Luna Rosa, que iluminará el cielo nocturno el próximo 13 de abril. Este fenómeno, esperado con entusiasmo por astrónomos y amantes de la naturaleza, marca una de las lunas llenas más simbólicas del año y está rodeado de historia, cultura y belleza visual.

¿Por qué se llama Luna Rosa?

A pesar de su evocador nombre, la Luna no adopta un color rosado durante este evento. Su denominación proviene de una tradición de los pueblos nativos de América del Norte, como los Algonquin, quienes asignaban nombres a cada luna llena del año en función de los cambios estacionales y fenómenos naturales.

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En este caso, el término “Luna Rosa” hace referencia a la floración de la phlox musgosa (Phlox subulata), una planta silvestre que florece en abril y cuyas tonalidades varían entre el rosa y el violeta. Para estas culturas, la Luna Rosa marcaba el inicio de la primavera y la renovación de la naturaleza.

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Un fenómeno con raíces culturales y astronómicas

Cada luna llena del calendario tiene una designación especial según diferentes tradiciones. En algunas culturas, la Luna Rosa simboliza la fertilidad, el crecimiento y la transición hacia estaciones más cálidas.

Otras denominaciones de la luna llena de abril incluyen la “Luna del Huevo”, en referencia a la eclosión de aves, y la “Luna del Pez”, utilizada por comunidades costeras debido a la migración de peces en ríos y mares.

A nivel astronómico, la Luna Rosa no difiere de otras lunas llenas en términos de tamaño o brillo. Sin embargo, dependiendo de las condiciones atmosféricas, la luna puede adquirir tonalidades anaranjadas o rojizas cuando está cerca del horizonte. Este efecto se debe a la refracción de la luz en la atmósfera terrestre, similar a lo que ocurre en los atardeceres y amaneceres.

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Para disfrutar al máximo de la Luna Rosa, se recomienda buscar un lugar con poca contaminación lumínica y cielos despejados. Se podrá apreciar en su esplendor desde el anochecer del 13 de abril hasta el amanecer del 14.

En Ecuador podrá ser vista alrededor de las 19:22. Aunque no es necesario utilizar telescopios o binoculares para verla, estos instrumentos pueden revelar detalles fascinantes de su superficie, como cráteres y montes lunares.

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(I)