La celebración y tradición norteamericana Halloween se ha hecho presente en varias culturas con el pasar de los años. Ecuador no es la excepción, pues cada 31 de octubre, niños, jóvenes y adultos salen a pedir ‘dulce o truco’ por las calles mientras portan su disfraz.
Halloween es una fiesta arraigada en Estados Unidos y Canadá, que comenzó a celebrarse masivamente desde 1921, cuando se celebró el primer desfile de Halloween en Minnesota, expone un reporte de National Geographic. En el país también se realizan fiestas con esta temática o concurso de disfraces en varios sitios.
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La costumbre norteamericana ahora también incluye a las mascotas, pues cada vez aparecen más mascotas disfrazdas la noche del 31 de octubre, en algunos centros comerciales hasta se realizan concurso de la mejor mascota disfrazada. De acuerdo al veterinario Andrés Manzano, algunos elementos de esta celebración podrían ser perjudiaciales para la salud de los animales domésticos.
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Desde su experiencia, no existe mayor problema que una mascota luzca un disfraz, siempre que sea uno acorde a su tamaño y tenga facilidad de movilidad y comodidad. Manzano aconseja no colocarles prendas apretadas o en todo momento ya que su propio pelaje sirve como capa protectora de su piel.
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“Las telas pueden ser algo novedoso en gatos ya que por naturaleza se acicalan por lo que puede conllevar accidentalmente la ingesta de alguna parte del disfraz como los hilos. En caso de maquillajes o pinturas no se recomienda ya que podrían estar lamiendo dicho producto que suele ser dañino para el organismo”, recalca Manzano.
Por otro lado, la actividad de “dulce o truco” puede resultar como un momento de ejercicio para el animal, pero no es adecuado darles caramelos o chocolates por ser altamente tóxicos, pueden conllevar trastornos digestivos hasta cuadro de pancreatitis. La correa con collar, fundas recolectoras de heces y su debida placa de identificación, son elemento útiles si sale con su mascota. (I)