La Novena de Navidad se despide con el último día de oraciones. La tradición católica cumple su cronograma con miras a la celebración religiosa por la Navidad.
Los creyentes católicos cerrarán el proceso iniciado el 16 de diciembre con cánticos, oraciones y momentos de reflexión donde muestran sus creencias.
La antesala de la celebración por el Nacimiento de Jesús se posiciona como uno de los momentos más importantes en el Tiempo de Adviento.
Publicidad
Ambientación
María debió invitar a su esposo José para que conozca y adore al niño recién nacido, antes que nadie. José, a lo mejor, quiso ponerse a ayudar en lo que hiciera falta, pero al instante comprendió, que el nacimiento de Jesús era lo central en ese momento. Ese niño había hecho de María, una mujer más guapa. ¡Se había convertido en Madre sin dejar de ser Virgen! José, para no despertar al Niño, no se atrevió a tomarlo en sus brazos; se puso de rodillas y lloró de emoción. María le habrá puesto el niño en sus brazos y él lo habrá abrazado y llenado de besos. Era el hombre más feliz del mundo. De pronto se oyó el canto de pastores que venían a adorar al Niño. Hemos llegado al final de la novena. Lo que nos queda es felicitar a María, a José y a los hombres que aman al Señor, y repetirle al Niño Dios que lo amamos.
Publicidad
El Papa León XIV nos dice: “Dios nos ama a todos, ¡y el mal no prevalecerá! Por lo tanto, sin miedo, unidos de la mano con Dios y entre nosotros, sigamos adelante”.
Lectura Bíblica: (Lc 2,6-14)
Publicidad
Cuando estaban en Belén le llegó el día en que debía tener su hijo. Y dio a luz a su primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en una pesebrera, porque no había lugar para ellos en la sala común. En la región había pastores que vivían en el campo y que se turnaban por la noche para cuidar sus rebaños. El ángel del Señor se les apareció y los rodeó de claridad la Gloria del Señor y fueron presa del temor. Pero el ángel les dijo: “no teman, porque yo vengo a comunicarles una buena nueva que será motivo de alegría para todo el pueblo. Hoy ha nacido para ustedes en la ciudad de David un salvador, que es el Mesías, el Señor.
Reflexión
La encarnación es la esencia de la fe cristiana, es decir, la confesión de que Dios entró en nuestro mundo en la persona de Jesús. El relato de la Navidad de Lucas lo muestra verdaderamente humano (nacido de María) y verdaderamente divino (Hijo del Altísimo). María desempeña un rol importante en la oración, como lo demuestran el Ave María, el Rosario o el Ángelus. Así, María es modelo de fe. Por otro lado, José es el obrero que silenciosamente va preparando todo para que las cosas fluyan. El es modelo de una fe que actúa. El Niño pudo nacer en un ambiente humilde y cargado de amor, gracias a disposición de su padre y de su madre. Y el Padre Dios hizo que los ángeles canten alegres esa fe tan profunda.
Meditación
Publicidad
Adorable Niño Jesús, no nos atreveríamos a postrarnos a tus pies si no supiéramos que tú mismo nos invitas a acercarnos a ti. En esta noche, en la que nos concedes grandes gracias, especialmente a los solitarios, a los enfermos, a los presos, a los migrantes, te pedimos nos concedas también tu misericordia a nuestras familias. Todo lo que te pedimos en esta noche tierna es la gracia de amarte siempre, de hoy en adelante, con todo el corazón. Enciéndenos en tu amor. Te amamos, Padre Nuestro. Gracias por tu amor hecho carne para nuestra salvación. Que nunca dejemos de adorarte. María y José, madre y padre de Jesús, Madre y padre nuestros, unan nuestras oraciones a las suyas para obtener la paz, la alegría, la salud.
Nuestro regalo de Navidad será tomar un momento, lejos del ruido, y adorar a la Sagrada Familia. Demos gracias por el misterio de la esperanza que hoy renace.






























