Jorge Negrete y Pedro Infante fueron sin lugar a duda, dos de las más grandes influencias en la música y el cine mexicano en la Época de Oro. A pesar de su ausencia física, los mexicanos permanecen en la mente de miles de latinoamericanos; eran una mezcla de voz y actuación que tenían dividido al público en una competencia sobre quién era el mejor de todos.