La persona promedio consume accidentalmente una libra de insectos cada año, según el Departamento de Agricultura de EE. UU. (USDA). Esto se debe a que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) permite legalmente que las frutas, verduras, especias y muchos alimentos procesados contengan niveles diminutos de partes de insectos, que se acumulan con el tiempo.