Así como es posible tener un infarto sin darse cuenta, algunas personas pueden pasar por un derrame cerebral o accidente cerebrovascular (ACV) y no sentir ningún síntoma, según un comunicado publicado por la Asociación Americana del ACV y la Asociación Americana del Corazón.

Casi un cuarto de las personas que pasaron los 80 años ha experimentado uno o más derrames sin síntomas. Estos eventos, a menudo, se detectan solo cuando la persona tiene que hacerse una prueba de imágenes del cerebro por alguna otra razón.

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¿Cómo es posible esto? Las doctoras Toni Glen y Hope Ricciotti, editoras de Harvard Women’s Health Watch, explican que un derrame silencioso a menudo es causado por un flujo sanguíneo reducido en una de las arterias menores que alimentan el cerebro.

Puede ocurrir sin síntomas notables cuando afecta una parte del cerebro que no controla los movimientos mayores o funciones vitales. Esto significa que no producirá síntomas tradicionales de un derrame, como debilidad en un brazo, una pierna o dificultad para hablar.

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Un infarto cerebral silencioso, en cambio, puede tener manifestaciones que se confunden con algo más, como confusión, torpeza o lagunas en la memoria.

¿Cómo reducir las probabilidades de un miniderrame o ataque transitorio? Al igual que con los riesgos de accidentes cardiovasculares, hay que reducir los niveles de colesterol y la presión sanguínea, buscar un peso saludable a través de un estilo de vida diferente y dejar de fumar, entre otras recomendaciones que su médico le explicará detalladamente.

Aunque sea considerado un evento menor, podría ser una advertencia de que un ataque mayor está por venir.

El tratamiento, una vez que se detecta que hubo un derrame, es similar al que se usa para tratar y prevenir un derrame. Dependerá de la causa, que puede ser el estrechamiento de arterias, un ritmo cardiaco irregular o la ateroesclerosis (placa en las arterias). (I)