El café es una de las bebidas más populares y consumidas en todo el mundo. Más allá de su sabor distintivo, el café también se ha asociado con numerosos beneficios para la salud, como mejoras en el estado de ánimo, el rendimiento cognitivo y la función cardiovascular.
Una de las principales decisiones que deben tomarse al preparar esta bebida es si servirlo caliente o frío. Mientras que el café recién hecho y humeante sigue siendo una opción clásica y reconfortante, el frío con hielo también se ha vuelto cada vez más popular como una bebida refrescante y versátil.
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Cabe preguntarse entonces, ¿cuál de estas dos presentaciones ofrece más ventajas para la salud? Examinemos más a fondo los beneficios y consideraciones de cada una.
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¿Qué es más sano el café frío o caliente?
Según Cuídate Plus, el café, independientemente de su temperatura, aporta diversos beneficios para la salud. Entre ellos se destaca su capacidad para brindar hidratación y su posible influencia en la regulación del cortisol, lo que contribuye a contrarrestar el estrés y sus efectos negativos en el peso.
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Además, se ha observado que puede elevar la presión arterial en personas con tensión baja, lo que resulta beneficioso en ciertos contextos.
Al considerar el café frío, se suman otros beneficios significativos. Por ejemplo, su carácter refrescante lo hace especialmente atractivo en climas cálidos, ayudando a reducir la temperatura corporal de forma rápida y placentera, con un menor riesgo de sufrir reflujo gastroesofágico.
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Consideraciones adicionales
Cuídate Plus resalta que, aunque ambos tipos de café ofrecen beneficios para la salud, existen algunas diferencias clave que se deben considerar:
- Antioxidantes: Estudios sugieren que el café caliente conserva una mayor cantidad de antioxidantes en comparación con el frío.
- Acidez: El café frío tiende a ser menos ácido que el caliente, lo que puede ser beneficioso para las personas con sensibilidad estomacal o problemas dentales.
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