Este término pocos lo manejan, pero muchos lo “experimentan”. ¿Sientes punzadas en el pecho? , ¿crees que te falta el aire?, ¿te palpita mucho el corazón?, ¿quieres correr a un hospital o clínica para que te hagan un electrocardiograma? Si eso te pasa, estás entre quienes son blanco de la “cardiofobia”.