La hipertensión arterial es una condición en la que la sangre ejerce demasiada fuerza contra las paredes de las arterias durante su circulación por el cuerpo humano. Esta enfermedad crónica puede desencadenar problemas cardiovasculares, cerebrovasculares, entre otros, a largo plazo.

Para controlar la presión arterial y mantenerla por debajo de los 120/80 mmHg, se recomienda tomar distintos medicamentos y mantener hábitos saludables, según la Fundación del Corazón. Sin embargo, en ocasiones, los valores de presión arterial pueden elevarse y mantenerse de forma irremediable sobre los 140/90 mmHg, lo que se conoce como hipertensión resistente.

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¿Qué debo hacer cuando mi presión arterial no baja?

Cuando la tensión no baja de los 140/90 mmHg, se considera que la persona sufre un cuadro de hipertensión resistente. Foto: Freepik.

De acuerdo con Harvard Health Publishing, cuando la presión arterial no baja, es importante acudir a un médico de confianza para revisar las posibles causas detrás de la hipertensión resistente.

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Algunos factores que contribuyen al desarrollo de esta condición son la apnea del sueño, el alcoholismo, la inflamación de las paredes arteriales, los ataques de pánico, los problemas renales y el aumento de peso.

Es importante tener en cuenta que existen medicamentos, incluso de venta libre, que pueden elevar la presión arterial, como ciertos antidepresivos, corticosteroides, antiinflamatorios no esteroideos como el ibuprofeno y descongestivos.

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¿Cómo tratar la hipertensión resistente?

Hacer ejercicio es una de las formas en las que se puede controlar la hipertensión. Foto: Freepik

En caso de que esta condición se haya desarrollado por algún medicamento, un profesional de la salud podrá indicar cómo sustituirlos por otros que beneficien al sistema circulatorio. Además, es probable que el profesional de la salud le aconseje adoptar los siguientes hábitos:

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  • Hacer ejercicio aeróbicos por al menos 40 minutos al día.
  • Implementar una dieta baja en sodio.
  • Mantener un peso saludable, acorde a su contextura física.
  • Evitar el consumo de alcohol y fumar.
  • Dormir al menos siete horas continuas durante la noche.

(I)

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