El almidón, fuente de energía en la dieta del ser humano, no se digiere completamente. Siendo así la situación se ha analizado la manera de transformar los carbohidratos en prebióticos que faciliten la digestión.
Transformar carbohidrato, como pasta, en prebiótico: el truco
Cuando se cocinan alimentos ricos en almidón, como papas o arroz, informa El Español, “este almidón se presenta como un ovillo formado por dos estructuras diferentes. En este estado, las enzimas digestivas del organismo pueden digerirlo con facilidad, lo que permite una rápida absorción por parte de nuestras células”.
Pero, ¿qué pasa si se enfría ese almidón (pasta, por ejemplo)?
Publicidad
Si esa pasta se lleva al refrigerador, “se modifica su estructura, lo que se conoce como retrogradación del almidón”.
Esto da lugar a un almidón que resiste la digestión, las enzimas no pueden descomponerlo en glucosa, y queda disponible para que las bacterias intestinales lo fermenten. Es aquí, describen en El Español, “donde el almidón resistente se convierte en una especie de fibra que actúa como un prebiótico”.
Para convertir la pasta en prebiótico debe dejarse cocida en el refrigerador por 24 horas. Al convertirla en almidón resistente, probablemente, “te va a subir menos el azúcar en sangre”, afirma el nutriólogo Guillermo Rodríguez Navarrete.
Publicidad
Los prebióticos son alimentos (generalmente con alto contenido de fibra) que actúan como nutrientes para la microbiota humana. Los probióticos son alimentos o suplementos que contienen microorganismos vivos destinados a mantener o mejorar las bacterias ‘buenas’ (microbiota normal) del cuerpo.
Clínica Mayo
Almidón “más beneficioso”
De acuerdo con Maite Ibáñez, dietista nutricionista de España, citada en Cuídate Plus, dentro del almidón resistente hay cinco tipos.
Sobre el almidón resistente tipo 3: “Se forma cuando el almidón ha sido procesado, por ejemplo, con un cocinado, y se enfría. Varios ciclos de calentamiento y enfriamiento harán que cada vez se retrograde más”.
Publicidad
Comparte con Cuídate Plus que este tipo “es el más beneficioso para la microbiota”, ya que al cocinarse y luego enfriarse, “el almidón se vuelve más gelatinoso y se convierte en una especie de fibra que no se absorbe, lo que favorece el efecto prebiótico”. (I)
Te recomendamos estas noticias
- ¿Se puede comer sin engordar? Especialista en metabolismo comparte 5 trucos para disfrutar de la comida sin subir de peso
- El sencillo truco para evitar una subida de azúcar al comer pasta compartido por un famoso nutriólogo
- ¿Por qué se aconseja consumir proteína o ensalada antes que la pasta para evitar picos de glucosa? Esta es la explicación de expertos