En la actualidad, no existen análisis de sangre ni pruebas de detección ampliamente recomendadas para diagnosticar la leucemia en los niños a manera de poder prevenirlas, pues en la mayoría de los casos se identifican cuando ya aparecen los síntomas. De allí que su descubrimiento temprano depende en gran medida de prestar atención al desarrollo correcto del pequeño.