La belleza es un concepto difícil de definir. No tiene un significado exacto, pero es algo que se reconoce, nos gusta y nos atrae. Este concepto ha evolucionado a lo largo del tiempo y, como menciona Denise Extramiana, psicóloga y psicoterapeuta, fundadora de De salud hablamos, “ha estado influenciado por múltiples factores culturales, biológicos, sociales e incluso psicológicos”. Según la experta, desde la psicología evolutiva se sugiere que tendemos a encontrar ciertos rasgos atractivos porque nos transmiten una sensación de seguridad, confort y familiaridad.

No obstante, es fundamental comprender que la belleza no es solo un estándar externo, sino también un reflejo profundo de cómo nos percibimos a nosotros mismos y de cómo interpretamos la mirada de los demás. La constante exposición a ciertos rostros y cuerpos en los medios de comunicación también desempeña un papel crucial en la formación de las preferencias estéticas, lo que puede influir en nuestra autopercepción y en la valoración de la belleza.

Denise señala que existen distintos tipos de belleza, pues la percepción de lo que es atractivo varía de persona a persona. No debemos reducir la belleza a una simple distinción entre lo interior y lo exterior. “Lo que una persona encuentra atractivo puede diferir significativamente de las preferencias de otra persona”, explica la psicóloga y subraya que nuestras experiencias personales, culturales y contextuales moldean estas percepciones. Por ello, es importante evitar enfoques limitantes que fomenten cánones rígidos y no permitan la aceptación de la diversidad.

En torno a este tema surgen numerosos estereotipos, como la creencia errónea de que la belleza física es sinónimo de felicidad o éxito. Sin embargo, Denise advierte que “muchas personas que cumplen estos estándares y se han hecho conocidas por ellos, actualmente, están luchando con trastornos depresivos y ansiosos”, lo que desmonta la noción de que la apariencia física es un predictor de bienestar emocional.

La diversidad en la belleza permite una mayor aceptación y valoración de las distintas individualidades, y promueve una visión más inclusiva y equilibrada de la sociedad.

Estereotipos que giran alrededor de la belleza

• Juventud

• Delgadez

• Ciertos rasgos faciales

• Características del cuerpo

“El impacto de la belleza en la vida diaria va más allá de lo físico; también afecta nuestra autoestima, las relaciones y la forma en que interactuamos con el mundo”.

Denise Extramiana Psicóloga y psicoterapeuta
La experta responde
Denise Extramiana, psicóloga y psicoterapeuta
El poder de amarse a uno mismo

“Aceptar quiénes somos, con nuestras fortalezas y debilidades, es esencial para desarrollar una autoestima sólida. Este amor propio nos protege de las presiones externas y de los rígidos estereotipos de belleza impuestos por la sociedad. Al aceptarnos genuinamente, logramos vivir de manera más auténtica y libre, lo que refuerza nuestras relaciones y nos da la resiliencia necesaria para enfrentar los desafíos de la vida. Querernos tal y como somos no solo nos brinda la confianza para tomar decisiones más saludables en todos los aspectos de nuestras vidas, sino que también sienta las bases para construir relaciones futuras más sólidas. Este autoamor nos dota de la fortaleza y la capacidad de recuperación necesarias para superar cualquier adversidad. En resumen, amarnos a nosotros mismos es vital para nuestro bienestar emocional y psicológico”.