La moringa es originaria de la región del Himalaya de India, aunque también se cultiva en diversas partes del mundo, como África oriental, occidental y austral, Asia tropical, América Latina, el Caribe, Florida y las islas del Pacífico. Sus usos son diversos, debido a que todas las partes del árbol —corteza, vainas, hojas, nueces, semillas, tubérculos, raíces y flores— son comestibles.