En la familia está nuestra principal referencia de educación, cultura, hábitos, valores y hasta de nuestra salud en el futuro. Es importante que el entorno en el que se desarrolla una familia sea uno en donde se le inculquen buenas costumbres con excelentes hábitos alimentarios.

Además, la familia es el factor que más influye en la alimentación infantil, de ahí la importancia de seguir una alimentación saludable en casa.

Publicidad

Gran porcentaje de los niños en nuestro país, que crecen en una familia con hábitos alimentarios deficientes y un estilo de vida sedentario, tienen un riesgo superior de padecer sobrepeso u obesidad en su juventud y adultez si no se trata a tiempo.

Hoy vamos a aprender sobre reglas básicas de alimentación aplicables en el hogar, una orientación clave que nació con el padre de la nutrición, el Dr. Pedro Escudero.

Publicidad

Hablemos entonces sobre la primera ley, la Ley de la Cantidad: la distribución de las comidas debe cubrir las necesidades calóricas de cada organismo. Por ello, debemos tener en cuenta la etapa de vida en la que nos encontramos, sea un niño o adulto, y considerar el comer como un balance energético en el que debemos fraccionar hasta en cinco tiempos de ser necesario.

Segunda ley, Ley de la Calidad: todo plan debe ser completo en su composición, se resume a que debe aportar hidratos de carbono, proteínas, grasas, vitaminas y minerales. Es indispensable comer fresco y variado, para lo cual debe haber en vegetales más de tres colores en el plato.

Tercera ley, Ley de la Armonía: esta ley se refiere a la relación de distribución entre los distintos nutrientes. Por ejemplo, cuando comemos un desayuno, que este tenga una adecuada relación de hidratos y proteínas, no es recomendable desayunar solo galletas o pan con agua aromática.

Cuarta ley, la Ley de la Adecuación: la alimentación debe ser adecuada al momento biológico, a los gustos y hábitos de las personas, a su situación socioeconómica y a los antecedentes o patologías que pueda presentar. Si tiene diabetes un miembro del hogar, por ejemplo, debe priorizar comer alimentos ricos en fibra.

Estas cuatro leyes están relacionadas entre sí y se complementan. Por lo tanto, un resumen de lo anteriormente mencionado es que la alimentación debe ser suficiente, completa, armónica y adecuada en el hogar.

La forma de alimentación correcta es la que responde a estas cuatro leyes y se debe agregar además la responsabilidad de comer con conciencia ecológica, disfrutando de los recursos de la naturaleza cuidando la tierra y el mar a la par.

Si aún no se ha convencido de la necesidad de cambiar de hábitos, está comprobado que comer de forma saludable tiene numerosos beneficios para el organismo, y es que ingerir los alimentos adecuados de forma equilibrada contribuye a una mejor respuesta inmunológica, metabólica, cerebral y digestiva, el buen funcionamiento del cuerpo a través de la nutrición reduce la probabilidad de desarrollar enfermedades.

Recuerden que hemos presentado semanas de confinamiento parcial y restricciones de horarios escolares o laborales, por lo que es necesaria su colaboración encaminados a concienciar a la población de la importancia de adoptar hábitos saludables y seguir pautas alimentarias equilibradas para evitar la obesidad, muy común en esta época en la que poco se puede salir de casa.

Existen familiares que no llegan a cubrir lo mínimo en hidratación, poseen una ingesta baja de frutas, verduras y legumbres y dan preferencia a alimentos hipercalóricos, repletos de azúcares, sal y grasas. Respecto a la ingesta de grasas, la OMS ha señalado como preferible el consumo de las que se encuentran de forma natural en los alimentos como el aguacate, frutos secos, semillas y aceite de oliva, con la necesidad de reducir las presentes en margarinas y productos ultraprocesados.

Comer verduras es prioridad, siempre aportará vitaminas, minerales y saciedad con bajo contenido calórico. Este grupo de alimentos se debe incluir en cada comida para aportar fibra. Cumpliendo esto, se reduce la velocidad de absorción de los hidratos de carbono, lo que a su vez ayuda a reducir la velocidad con la que se eleva la glucosa en sangre y eso evita acumular más tejido adiposo en el cuerpo.

En cuanto a las frutas, se recomiendan las frutas enteras, de ser posible de temporada y frescas. Además, puede mezclar la fruta con alimentos proteicos como yogur, grasas saludables como nueces o almendras y alimentos ricos en fibra como salvado de trigo.

Si hablamos de los alimentos proteicos, la dieta debe incluir no solo proteína animal, sino abundantes legumbres ya que se espera que un 40 % del aporte proteico debe ser de origen vegetal, así como el consumo de pescado o marisco 2-3 veces por semana.

La dieta mediterránea es una buena opción para dirigir nuestros hábitos alimentarios, considerada una de las más saludables del mundo, es un régimen amigable en la que priman los productos frescos y de temporada, como las frutas y hortalizas, los cereales, las legumbres, los lácteos fermentados, los huevos, y que además asociada a la práctica de ejercicio físico traerá sin duda muchos beneficios a todos los integrantes de la familia.

M. Sc. Martha Belén Ortiz Celi

Nutricionista clínica /Chef en Gastronomía Nutricional

Miembro de la Asociación de Nutricionistas del Guayas

www.mbonutricion.com

Telf. 098-460-6790