Investigadores del Instituto Oftalmológico Shiley, de la Universidad de California de San Diego en Estados Unidos, identificaron un nuevo marcador potencial que muestra que la enfermedad cardiovascular puede estar presente en un paciente mediante una tomografía de coherencia óptica (OCT), una técnica no invasiva.

Esta herramienta, que es una técnica no invasiva, es usada comúnmente en clínicas de oftalmología y optometría para crear imágenes de la retina. El hallazgo sugiere que puede ser posible detectar una enfermedad cardiaca durante un examen ocular.

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En el artículo publicado el 2 de marzo de 2021 en la revista médica de acceso abierto EClinicalMedicine de The Lancet, el equipo de investigación examinó las lesiones de la retina, la capa más interna y sensible a la luz del ojo, para determinar si puede haber un trastorno cardiovascular.

Los ojos son una ventana a nuestra salud y muchas enfermedades pueden manifestarse en los ojos; la enfermedad cardiovascular no es una excepción“, dijo el autor principal Mathieu Bakhoum, médico-científico y cirujano de retina de la Universidad de California, en declaraciones recogidas en un comunicado de prensa.

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La isquemia, que es la disminución del flujo sanguíneo causado por una enfermedad cardiaca, puede conducir a un flujo sanguíneo inadecuado al ojo y puede hacer que las células de la retina mueran, dejando una marca permanente. Llamamos a esta marca ‘lesiones perivasculares isquémicas de la retina’ o RIPL (por sus siglas en inglés), y buscamos determinar si este hallazgo podría servir como un biomarcador de enfermedad cardiovascular“, explica.

Como parte del estudio, el equipo revisó los registros de las personas que recibieron una exploración OCT de retina en la Universidad de California desde julio del 2014 hasta julio del 2019. De esa población, se identificaron dos grupos después de la revisión de la historia clínica: uno consistió en 84 personas con enfermedad cardiaca y el otro incluyó a 76 individuos sanos como grupo de control del estudio. Se observó un mayor número de RIPL en los ojos de las personas con enfermedades cardiacas.

Según los investigadores, cuanto mayor sea el número de RIPL en el ojo, mayor será el riesgo de enfermedad cardiovascular.

“La única forma en que podemos visualizar los vasos sanguíneos más pequeños del cuerpo es en el ojo. La retina en particular proporciona evidencia importante de los efectos adversos de los problemas cardiovasculares, como la presión arterial alta“, comentó Anthony DeMaria, titular de la Cátedra Judith y Jack White de Cardiología, y cardiólogo de la Universidad de California.

“Tengo la esperanza de que la presencia de RIPL en el ojo sirva como marcador de enfermedad cardiovascular cuando los pacientes se someten a una evaluación de los factores de riesgo de enfermedad cardiaca o cuando los pacientes se someten a una evaluación por la presunta presencia de una enfermedad cardiaca”, explicó.

DeMaria dijo que la detección de RIPL podría resultar en la identificación de enfermedades cardiovasculares que permitirían una terapia temprana y medidas preventivas, y potencialmente reducirían el número de ataques cardiacos o accidentes cerebrovasculares.

El riesgo de enfermedad cardiovascular de una persona se determina mediante la calculadora de puntuación de riesgo de enfermedad cardiovascular aterosclerótica (ASCVD). Esta guía se considera el estándar de oro en Estados Unidos para evaluar el riesgo de diez años de un paciente de experimentar un evento cardiovascular, como un ataque cardiaco o un derrame cerebral. En el estudio, los investigadores encontraron una correlación entre la cantidad de RIPL en el ojo de un paciente y su puntaje de riesgo ASCVD.

“Las personas con puntuaciones ASCVD bajas y en el límite tenían un número bajo de RIPL en sus ojos, pero a medida que aumentaba el riesgo de ASCVD, también lo hacía el número de RIPL”, dijo Bakhoum.

“A nivel mundial, las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte y, lamentablemente, muchas personas no saben que pueden tener problemas cardiacos”, explicó el médico.

“La clave para prevenir esto es la detección y el tratamiento tempranos. Esperamos que al identificar las RIPL como un marcador para las enfermedades cardiovasculares, los proveedores puedan identificar problemas cardiacos antes de que ocurra un evento catastrófico, como un ataque cardiaco o un derrame cerebral”, concluyó. (I)