Nuestro aliento contiene una multitud de marcadores moleculares, desde compuestos orgánicos volátiles y sustancias inorgánicas hasta citoquinas y patógenos, exhalados como gases, aerosoles o gotas. Mientras que el análisis de estos biomarcadores en tiempo real podría mejorar en gran medida los diagnósticos, la monitorización y la gestión de diversas condiciones respiratorias y metabólicas, las herramientas actuales para estudiar el EBC (condensado del aliento exhalado) son muy limitadas.