El café es una de las bebidas más populares que existen, se puede tomar solo o acompañado, ya sea para arrancar la rutina diaria o durante una pausa en el trabajo, reseña National Geographic.
Aunque tiene muchos beneficios comprobados, el café que se ingiere en la sala de descanso del trabajo puede tener altos niveles de algunas sustancias que pueden subir los niveles de colesterol LDL (malo) en la sangre. La buena noticia es que hay una manera sencilla de disminuirlos.
Se trata de los diterpenos, que son compuestos vegetales con distintos efectos en el cuerpo humano. Entre ellos destacan el cafestol y el kahweol, que guardan relación con el aumento en los niveles del colesterol LDL. Se han hallado altos niveles de estos compuestos en el café, pero todo puede depender de la manera en que este sea extraído.
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Científicos suecos han evaluado los niveles de diterpenos en el café preparado con distintas cafeteras y técnicas de preparación comunes. Encontraron que las cafeteras comunes presentes en los sitios de trabajo del mundo pueden producir tazas de café con niveles relativamente altos diterpenos.
David Iggman, quien es nutricionista clínico de la Universidad de Uppsala, participó en el proyecto y explicó que él y su equipo estudiaron 14 cafeteras y observaron que los niveles de estas sustancias son mucho más elevados en el café de estas máquinas que en las cafeteras de filtro convencionales.
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¿Cuál es la manera de preparar el café que puede afectar los niveles de colesterol?
Iggman explicó a Science Alert que “el proceso de filtrado es crucial para la presencia de estas sustancias” presentes en el café y que pueden elevar el colesterol.
De hecho, una persona que cambia el café de máquina por el filtrado con papel y lo consume tres veces al día, cinco días a la semana, puede reducir el colesterol LDL al punto de disminuir el riesgo relativo de enfermedad cardiovascular aterosclerótica en un 13% en un lapso de 5 años y un 36% en 40 años.
Los investigadores tomaron las muestras de 11 máquinas que preparaban café a partir de granos molidos mezclados con agua caliente y filtrados por un filtro metálico; también de otras tres que mezclaban un concentrado de café líquido con agua caliente sin filtrar.
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El hallazgo fue que los métodos manuales de preparación de café generalmente resultaban en niveles más bajos de diterpenos que tomar una taza proveniente de una máquina, ya sea de una cafetera de filtro, de filtro líquido o de espresso tradicional.
La buena noticia es que esos niveles se pueden reducir. Cuando los investigadores filtraron el café hervido con un filtro de tela, las concentraciones disminuyeron a solo 28 mg/L de cafestol y 21 mg/L de kahweol. En conclusión, cualquier filtro de tela o papel funcionará.
(I)