La creciente popularidad y disponibilidad de alternativas vegetales a fuentes clave de yodo, como la leche, los productos lácteos y el pescado, está contribuyendo a que la ingesta de yodo sea insuficiente y cada vez menor en ciertas regiones, como por ejemplo, los países europeos. según la Organización Mundial de la Salud (OMS), según un informe publicado este viernes por la OMS Europa y la Red Mundial del Yodo (IGN).