Un ecuatoriano adulto duerme, en promedio, 7,9 horas por noche. Así lo reveló el último estudio realizado sobre los hábitos de sueño en Ecuador, por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), en el 2018.
Sin embargo, diversos factores como los efectos del COVID-19, el estrés y el mayor uso de dispositivos electrónicos pueden disminuir la calidad del sueño de cada persona, afectando así a su salud y a su rendimiento a la mañana siguiente.
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Según el médico Jorge Pesantes, de la Clínica del Sueño Neurovida, el sueño influye en la salud general, pero su calidad se ve afectada por el estilo de vida, como horarios de trabajo y estrés. No todos cumplen con el requerimiento de horas de sueño según su edad.
Para los adultos es necesario dormir entre 7 y 9 horas, mientras que en los adultos mayores el requerimiento es entre 6 y 7 horas. Los adolescentes, en cambio, deberían dormir entre 8 y 10 horas, explica el experto. Aun así, el médico remarca que las necesidades de sueño son individuales y se debe evaluar cómo se siente cada persona con diferentes horas de sueño.
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Él recomienda prestar atención al estado de ánimo, energía y salud después de una noche de sueño regular.
Cuáles son los trastornos de sueño más frecuentes
De acuerdo a Pesantes, hay varios trastornos que afectan la cantidad de horas que duerme un ecuatoriano y a la calidad de su sueño en general.
- Insomnio: problemas para iniciar y mantener el sueño.
- Trastornos del sueño por malos hábitos, consumo de medicación y alteración en los horarios del sueño (fase adelantada o retrasada del sueño, trastornos del sueño por turnos de trabajo).
- Trastornos respiratorios del sueño (ronquido y somnolencia excesiva diurna).
Cómo dormir mejor, según un experto
Jorge Pesantes recomienda los siguientes hábitos para mejorar la cantidad y la calidad del sueño.
- Mantener horarios regulares de sueño, incluyendo el fin de semana.
- Condicionar que la habitación sea únicamente para dormir.
- Apagar los dispositivos electrónicos en la habitación.
- Practicar un ritual de relajación antes de acostarse.
- Mantener actividad física regular en la mañana o en las últimas horas de la tarde.
- Habitación con temperatura, sonido y luz adecuados.
- Tener colchón y almohadas cómodas.
- Evitar el consumo de bebidas cafeinadas, energizantes y alcohol y consumo de cigarrillo al menos 6 horas antes de ir a la cama.
Suplementos de melatonina, una hormona que se produce regularmente en el cerebro y actúa como el marcador biológico del sueño, es para muchas personas una opción para tratar su insomnio u otro trastorno. Sin embargo, Pesantes aclara que no está indicada como un inductor del sueño, sino solo para regular el horario de dormir en casos de alteración del sueño.
En casos de pacientes que tengan alteración en sus horarios de sueño, por motivos de jet lag o turnos de trabajo, por ejemplo, pueden tomar la melatonina a las 21:30. El médico recomienda antes acudir a un especialista y evitar la automedicación. (I)