Algunas veces es posible notar que los niños comienzan a caminar en puntillas y considerarlo como algo normal en su etapa de crecimiento, pero si es muy frecuente y persiste con el paso del tiempo podría ser una señal de un trastorno cognitivo ¿Cómo saber si un niño tiene autismo?
Estar atentos a las acciones y comportamientos de los niños ayuda a detectar las señales sobre un posible Trastorno de Espectro Autista (TEA) y buscar ayuda a tiempo para un diagnóstico.
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Autismo, una forma diferente de ver el mundo
“En ocasiones, marchar de puntillas puede ser consecuencia de determinadas enfermedades, incluidas parálisis cerebral, distrofia muscular y trastorno del espectro autista”, menciona Clínica Mayo donde además se sugiere que si el niño pasa de los dos años y continúa caminando sobre los dedos de los pies debe hacer una consulta médica.
Señales de autismo en los niños
Un estudio publicado en el sitio web Dialnet explica que el autismo “es una alteración del desarrollo neurológico caracterizado por dificultades de aparición temprana”.
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Las primeras señales de autismo que pueden confundirse con timidez o mal comportamiento
De acuerdo con el mencionado estudio “la marcha en puntillas se encuentra en un 15-45 por ciento de los niños con TEA”, debido a “la desregulación de los reflejos infantiles” lo que a su vez genera “cambios posturales y de la marcha.”
Por lo general, las primeras señales aparecen en la infancia como:
- Falta de respuesta cuando lo llaman por su nombre
- Menor contacto visual
- Indiferencia ante las personas
- Dificultad de aprendizaje
- Introvertidos o agresivos
- Signos de inteligencia inferiores o muy altas
- Problemas para comunicarse
- Pierden habilidades del lenguaje que habían adquirido
Aunque el desarrollo de cada niño es distinto las señales de autismo aparecen después de los dos años, como indica Clínica Mayo. En ese caso, si observa que su hijo tiene alguno de los síntomas antes descritos y además camina en puntillas consulte a su médico quien sugerirá pruebas de desarrollo.
No se trata de una afección que se pueda prevenir pero un diagnóstico oportuno y tratamiento pueden mejorar el desarrollo del niño para su futura relación con su entorno social. (I)