Las almendras, esos nutritivos frutos secos, han conquistado a muchos gracias a sus extraordinarios beneficios. Son apreciadas en su forma natural, pero su leche también es altamente valorada por quienes buscan cuidar su salud y mantener su peso. Sin embargo, la pregunta es: ¿cuál es la mejor manera de disfrutar de las ventajas de las almendras, enteras o en forma de leche?
En general, las almendras son principalmente ricas en grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas. Además, su alto contenido en proteínas, vitamina E y calcio las convierte en un alimento muy nutritivo, tal como indica Cuerpo y Mente.
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¿Cuál es la mejor forma de ingerir almendras?
Las almendras son un alimento muy nutritivo, destacan por su alto contenido en calcio.
Por ejemplo, 50 gramos de almendras aportan 120 mg de calcio, equivalente a lo que se encuentra en 400 gramos de anacardos o un pequeño vaso de leche, apunta Cuerpo y Mente.
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Además de calcio, las almendras tienen fibra, proteínas, arginina —un aminoácido esencial—, hidratos de carbono, hierro y magnesio.
Por otro lado, la leche de almendras es una bebida enriquecida con nutrientes, aunque menos concentrada que las almendras enteras debido a su proceso de fabricación, que implica eliminar la piel y filtrar el líquido, lo que reduce la fibra y los antioxidantes, refiere Medical News Today.
Debes evitar tomar leche de almendra si tienes estas condiciones para no poner en riesgo tu salud
Ese mismo sitio web agrega que sigue siendo fuente de vitaminas, minerales, en particular vitamina E, calcio añadido y proteínas, baja en calorías y libre de productos lácteos.
La leche de almendras también es una excelente alternativa para veganos, personas con intolerancia a la lactosa o alergias a la leche, y puede contribuir a fortalecer los huesos y reducir el riesgo de enfermedades cardíacas.
Desventajas de la leche de almendras
El sitio web Running to the Kitchen, especializado en recetas saludables, destaca ciertas desventajas de la leche de almendra.
Señala su menor aporte nutricional y su alto costo en comparación con otras leches. Además, describe su sabor y textura como similares al agua con un ligero sabor a nuez, lo que puede que no sea del gusto de muchos y tampoco se pueda usar para elaborar otros alimentos o incluso para el café.
Asimismo, advierte sobre el impacto negativo en el medioambiente o el daño a la salud que pueden tener los azúcares añadidos en algunas marcas.
Aunque muchas leches de almendra se fortifican con nutrientes artificiales para equiparar los beneficios de la leche de vaca, estos podrían no ser absorbidos por el cuerpo tan fácil como los nutrientes naturales. (I)
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