La rutina puede hacer que los días se sientan más largos y agotadores, lo que incrementa la necesidad de solo detenerse y tomar un descanso relajante para mantener la sensación de bienestar; en este aspecto, el baño es una buena alternativa para alejarse del día a día y relajarse.
El portal L’occitane detalla que un baño relajante puede estimular la circulación sanguínea, aliviar los músculos y las articulaciones, calma el sistema nervioso, reduce el estrés y mejora el sistema inmune.
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¿Cómo transformar el baño en un spa casero?
Sí, la idea de meterse en una bañera y olvidarse del mundo afuera se lee tentadora, pero ¿qué pasa si no se tiene bañera o no se desea gastar tanta agua? La verdad es que hay un truco simple a través del que se puede hacer rápida y fácilmente un spa casero, se trata de las bombas de ducha aromáticas.
Estas son parecidas a las bombas de baño, solo que para la ducha, además, hacerlas en casa es muy sencillo. Solo se debe poner una pastilla en cada rincón de la ducha, lejos del chorro directo del agua y de vez en cuando se deben rociar ligeramente para que liberen sus aceites esenciales, de modo que inunden el ambiente con sus fragancias y propiedades, detalla CuerpoMente.
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¿Cómo hacer las bombas de ducha en casa?
La experta en limpieza del hogar Veruska Gómez explica a través de su cuenta en Instagram que una de las formas de hacer las pastillas es de la siguiente manera:
Ingredientes:
- 1 taza de bicarbonato de sodio.
- 1/4 de taza de sal de epsom.
- 1/4 de taza de fécula de maíz.
- 40 gotas de tu aceite esencial favorito (o más para un aroma más intenso).
- 3-4 cucharadas del agua.
Elaboración:
Solo se deben mezclar los ingredientes hasta lograr una masa, luego se pueden hacer pequeñas bolitas o ponerlas en un molde y llevarlas al congelador.
Otra forma para hacer las bombas para la ducha
Ingredientes:
- 1 taza de bicarbonato de sodio.
- 1/2 taza de ácido cítrico.
- 30-40 gotas de aceites esenciales (eucalipto, lavanda, menta o mezclas).
- Flores o plantas secas (rosas, lavanda, caléndula).
- Molde de silicona.
- Un poco de agua de hamamelis.
Elaboración:
Se echan el bicarbonato de sodio y el ácido cítrico en un bol, luego se agregan los aceites esenciales, acto seguido se procede a mezclar. Hecho esto, se preparan los moldes (si se desea se pueden agregar pétalos de flores o hierbas secas en los moldes).
Se humedece la mezcla con agua de hamamelis poco a poco hasta alcanzar una textura parecida a la de la arena húmeda. Se procede a llenar los moldes presionando ligeramente la mezcla y dejando un margen para que se expandan al secarse.
Para secar, se deja reposar por entre 12 y 24 horas hasta que las pastillas estén completamente endurecidas. Se guardan en un frasco hermético en un lugar seco.
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