Los ojos son órganos delicados. Nunca deben ser tratados con brusquedad. Al frotarlos o ‘rascarlos’… te has preguntado si lo haces bien. Hoy te enterarás cómo es la manera correcta.
Sabiéndolos frotar no pondrás en riesgo la córnea.
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La córnea
Desde el Instituto Nacional del Ojo, de los Estados Unidos, describen la córnea como la capa exterior transparente en la parte delantera del ojo.
Vitamina para tus ojos: ayuda a prevenir las cataratas, el glaucoma y otras enfermedades oculares
La córnea es importantísima: ayuda al ojo a enfocar la luz para que podamos ver con claridad, destacan.
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Cuando frotas tus ojos, por cansancio o picazón, quizás vas directo, sin detenerte a pensar que podrías causar una lesión o rayadura en la córnea.
Cómo frotar los ojos sin poner en riesgo la córnea
Primero, procura tener las manos limpias al pasarlas cerca de los ojos.
Al frotarlos, muchos ponen sus dedos en los párpados y el movimiento que les hacen suele ser brusco.
Desde la oftalmología, los doctores dan la clave. La especialista Mariana Luzardo, citada en El Tiempo, explica la técnica.
La clave “es no frotar el globo ocular directamente, sino hacer una suave presión o frotar levemente el lagrimal, es decir, la esquina interna del ojo”, difunde el medio.
¿Qué pasa si no frotas bien tus ojos?
Ya hablamos de las lesiones en la córnea, pero el problema puede ser aún mayor.
Señala la oftalmóloga Mariana Luzardo, en sus redes sociales, que el frote ocular frecuente puede ¡deformar tu córnea!
Pero, además, “inducir graves enfermedades” e infecciones oculares, así como incrementar el riesgo del desprendimiento de la retina y dar pie al deterioro de la piel de los párpados.
El oftalmólogo Guido Puican advierte:
Puedes dañar la córnea y causar algunas abrasiones o erosiones corneales
Bacterias que tengas en las manos puedes transferirlas a los ojos, causando infecciones, como la conjuntivitis
Frotar los ojos puede empeorar los síntomas de la alergia al liberar masistamina, lo que puede aumentar la picazón e incomodidad.
Si “rascas” tus ojos de manera indebida puedes abrir las puertas al queratocono o al astigmatismo, señala Luzardo.
El queratocono “es cuando la córnea se adelgaza y sobresale como un cono. El cambio de forma de la córnea hace que los rayos de luz se desenfoquen. Como resultado, la visión es borrosa y distorsionada”, dicen en la Academia Americana de Oftalmología.
Señales de alerta de problemas visuales y qué controles realizar
Mientras que el astigmatismo, según el Instituto Nacional del Ojo, ocurre cuando la córnea o el cristalino (una parte interna del ojo que ayuda a enfocar) tiene una forma anormal. La visión se vuelve visión borrosa o distorsionada si lo tienes.
Si tienes algún problema en la vista no tardes en consultar con un oftalmólogo. (I)