Cuando llega la época de verano el calor extremo afecta en mayor medida a las personas con diabetes ya que puede provocar un descontrol de la glucemia a causa de la deshidratación.
Incluso, en aquellos casos en los que el paciente usa insulina es preciso seguir algunas recomendaciones para esta temporada calurosa del año.
De acuerdo con la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) con el aumento en las temperaturas se producen cambios en los hábitos alimenticios que influyen de manera negativa en la diabetes.
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¿Cómo debe manejar la glucosa un diabético?
La persona con diabetes debe llevar un control constante sobre este padecimiento y para ello requiere un chequeo diario del nivel de glucosa en la sangre, sobre todo si usa insulina, como se indica en MedlinePlus.
Para un control diario puede usar un glucómetro el cual indicará cuánta glucosa tiene en la sangre en ese momento.
Según el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales, una persona con diabetes tendrá los siguientes valores considerados como normales:
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- De 80 a 130 mg/dL antes de una comida
- Por debajo de 180 mg/dL dos horas después de iniciar una comida
Sin embargo, será su médico quien le indique cuáles son los niveles normales para cada caso.
Recomendaciones para controlar la glucemia durante el verano
En palabras del doctor Manuel Gargallo, miembro del Área de Diabetes de la SEEN, cuando hay un aumento en el consumo de bebidas alcohólicas y no alcohólicas automáticamente aumentan las calorías y los hidratos de carbono lo cual contribuye al descontrol glucémico.
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Entonces las personas con diabetes deben seguir las siguientes recomendaciones, sobre todo en la época de verano:
- Consumir bebidas con pocas calorías
- Mantenerse bien hidratados con agua e infusiones
- Controlar el consumo de aperitivos y snacks
- Hacer controles glucémicos regularmente
- Realizar actividad física
En el caso de los adultos mayores el experto sugiere otros consejos como:
- No exponerse a temperaturas elevadas por mucho tiempo
- Tomar al menos dos litros de líquido diario
“Si no están bien controladas, pueden orinar bastante y, si por efecto del calor sudan abundantemente, en el caso de que no compensen estas pérdidas con una ingesta importante de líquido, el riesgo de deshidratación es muy alto”, explica Gargallo en una cita que reconoce Salud a diario.
En el caso de los pacientes que usan insulina deben tomar en cuenta que el calor puede interferir en su eficacia si se mantiene expuesta a altas temperaturas. (I)
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