Julio es el mes de concienciación del sarcoma (el día internacional es el 13 de julio), un tipo de cáncer que se desarrolla en los huesos y en los tejidos blandos, como grasa, músculos y nervios.

La Fundación Metrofraternidad, como parte de su programa de cirugías de alta complejidad, ofrece desde este año la especialidad para tratar a pacientes de osteosarcoma, el tipo de tumor maligno que afecta a los huesos largos de los brazos y las piernas. El programa, que opera desde hace 36 años, ha realizado más de 10.000 intervenciones en neurocirugía, cardiología, traumatología y cirugía pediátrica.

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El administrador general de Metrofraternidad, Juan Martín Muller, indica que en Sudamérica este tipo de intervenciones se hacen en Brasil y Argentina. “Recién en el mes de junio empezaron en Ecuador, con nuestros pacientes”. El director médico de la propuesta es el cirujano ortopédico oncológico Juan Pablo Zumárraga. “Él domina la técnica para remover la masa el tumoral y salvar la extremidad”.

El programa de cirugías resolutivas de alta complejidad está dirigido a niños y adolescentes, de 0 a 18 años, cuyas familias estén en una situación socioeconómica vulnerable.

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“Conducimos una evaluación de la familia. Dentro de los parámetros está, por ejemplo, no tener un seguro de salud privado”, explica Muller. “Si bien los pacientes son operados en el Hospital Metropolitano de Quito, atendemos a niños y jóvenes de todo el país, porque estamos articulados con otras 10 fundaciones que son nuestros ojos en el territorio nacional y nos ayudan a captar estos casos”. También reciben consultas por las redes sociales, por referencias de médicos y por recomendaciones de las familias que ya han acudido a la fundación.

No solo son cirugías de alta tecnología, sino costosas. “Requieren de insumos especiales y prótesis para los niños”, y desde junio, cuatro niños y niñas de entre 8 y 12 años han sido operados en el Hospital Metropolitano. En agosto se atenderán dos casos más, y otros tres están en la lista. “Estamos pensando que tendremos entre 9 y 10 casos en lo que resta del año”, dice Muller, y comenta que tradicionalmente, la solución para esos pacientes ha sido la amputación de la pierna o el brazo. “Es lo que sucedía y sucede, y lo que estamos haciendo ahora es disruptivo, nuestra meta es salvar la extremidad y devolver la movilidad al niño o la niña, y disminuir considerablemente el riesgo de muerte”.

Los menores pasan primero por las correspondientes sesiones de quimioterapia y luego se someten a la remoción tumoral. Es una cirugía invasiva. El médico tratará de no retirar todo el hueso, pero esto en ocasiones no es posible, y entonces se coloca una prótesis metálica total. “Obviamente, necesitan una fisioterapia considerable”. Los que ya han pasado por la cirugía, todas de pierna o rodilla, hacen la rehabilitación en el hospital, y esta puede extenderse hasta las 24 sesiones, para adaptarse a la prótesis. También deben recibir el seguimiento por parte de un médico pediatra, de un nutricionista y, a veces, acompañamiento psicológico.

El contacto con la Fundación Metrofraternidad es el número 099-547-8632 (WhatsApp) o el correo electrónico metrofraternidad@hmetro.med.ec. Los médicos operan a los pacientes sin cobrar honorarios, el Hospital Metropolitano atiende a un costo equiparado al del sistema de salud pública y la fundación gestiona apoyo económico para los pacientes, a través de empresas que llevan programas de responsabilidad social, de manera que las familias paguen un costo mínimo. “No es gratuito, porque valoramos la corresponsabilidad de los padres”, indica Muller, “pero nos basamos en la capacidad de pago. Hemos tenido familias que aportan $ 100 en cirugías de $ 15.000. El factor económico no va a ser un limitante para atenderlos”.

¿Qué son el sarcoma y el osteosarcoma?

El doctor Dale Shepard, de Cleveland Clinic, define el sarcoma como un tumor maligno (canceroso) que se desarrolla en los huesos (osteosarcoma) y en los tejidos blandos. Estos últimos pueden surgir en la grasa (liposarcoma), el músculo (rabdomiosarcoma o leiomiosarcoma), los nervios (tumores de la vaina de los nervios periféricos), el tejido fibroso (fibrosarcoma), los vasos sanguíneos o linfáticos (angiosarcoma), y los tejidos profundos de la piel (sarcoma epitelioide).

Tipos de sarcoma: neurofibrosarcoma, angiosarcoma, tumor estromal gastrointestinal, leiomiosarcoma, osteosarcoma, condrosarcoma, liposarcoma. Foto: Shutterstock

“En la actualidad, existen más de 70 subtipos de sarcomas y su tratamiento dependerá de varios factores, entre ellos: tipo de tumor, tamaño, ubicación y diagnóstico”. De acuerdo con doctor Shepard, este tipo de tumor es raro y representa solo el 1 % de todos los diagnósticos de cáncer en adultos, pero en cambio, constituye alrededor del 15 % de los diagnósticos de cáncer infantil.

La sintomatología del sarcoma y osteosarcoma varía según la ubicación del tumor. Por ejemplo, es posible que algunos no causen síntomas perceptibles en las primeras etapas. Algunos tumores pueden sentirse como un bulto indoloro debajo de la piel, y otros no provocan malestar hasta que crecen lo suficiente como para presionar a algún órgano.

Entre las principales señales que se deben tomar en cuenta, el doctor Shepard enlista:

  • Bultos nuevos que pueden generar malestar o no.
  • Dolor en una extremidad (brazo o pierna) o abdomen y pelvis.
  • Problemas para mover el brazo o la pierna (cojera o rango de movimiento limitado).
  • Pérdida de peso inexplicable.
  • Dolor de espalda.

Ciertos factores pueden aumentar el riesgo de desarrollar sarcoma, como la exposición a productos químicos (arsénico y ciertos componentes de la fabricación de plásticos, herbicidas y conservantes de madera); la exposición a altas dosis de radiación por tratamientos previos contra el cáncer o condiciones genéticas en ciertos trastornos hereditarios y mutaciones cromosómicas.

Los procedimientos para tratar esta enfermedad incluyen la cirugía, la radiación, la quimioterapia, la terapia dirigida y la inmunoterapia. Shepard recomienda: “En caso de ser diagnosticado con sarcoma, es importante considerar varias opciones de tratamiento y pronóstico con su médico de cabecera”. (I)