Cuando alguien tiene la sangre espesa (hipercoagulabilidad) es propenso a padecer formación de coágulos, pues cuando esta tiene una consistencia más espesa o pegajosa de lo normal, es probable que sea consecuencia de un problema en el proceso de coagulación.

El portal Medical News Today detalla que, más específicamente, cuando hay un desequilibrio entre las proteínas y las células encargadas de la coagulación sanguínea, puede desarrollarse este espesor.

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Tener esta condición puede hacer que tanto el movimiento del oxígeno, de las hormonas y de los nutrientes por todo el cuerpo sea más difícil, por lo que no llegarán a los tejidos y las células, trayendo problemas como deficiencias hormonales y nutricionales e incluso ataques cardíacos o accidentes cerebrovasculares.

Cuando hay un desequilibrio entre las proteínas y las células encargadas de la coagulación sanguínea, puede desarrollarse este espeso. GETTY IMAGES

Alimentos no debes comer cuando tienes sangre espesa

Cuando alguien padece de esta condición, debe acudir a un médico especialista y que este a su vez le indique un tratamiento y una dieta especial de acuerdo a su caso. En líneas generales, lo mejor será que evite consumir alimentos con un alto contenido de grasas, según la página Ojo.

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Las espinacas son ricas en hierro. Foto: pixabay

En caso de seguir un tratamiento médico, hay que intentar dejar en la medida de lo posible aquellas comidas y bebidas que puedan reducir la efectividad de los fármacos, entre los que destaca cualquier tipo de licor y de alimentos ricos en vitamina K; por ejemplo:

  • Brócoli.
  • Espinaca.
  • Acelgas.
  • Berros.
  • Castañas.
  • Calabazas.
  • Zanahoria.
El jugo de zanahoria contiene una pequeña cantidad de potasio. GETTY IMAGES

Este problema puede ser causado por tener menos oxígeno en la sangre, algo que ocurre por factores como vivir en zonas de mucha altitud, personas con problemas respiratorios, la presencia de algunos tumores o sufrir de enfermedades asociadas con la hemoglobina.

Se cree que existen alimentos que pueden servir para mantener la sangre limpia, entre ellos destacan la cebolla, el ajo, los berros, el limón, el vinagre de manzana, la granada y los arándanos.

(I)

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