En el orden natural del universo, son los hijos quienes, pasados los años, ven morir a sus padres. Pero no siempre tenemos control sobre el guión de la vida y sucede al revés de lo previsto naturalmente. Por eso, la muerte de un hijo sigue siendo un acontecimiento raro y desgarrador para las familias. Incluso recientemente la RAE ha reconocido el uso de una nueva palabra hace poco creada para referirse a este estado: huérfilo, que se refiere a “huérfano” de hijos.