Un estudio del 2013 en Reino Unido señalaba que las habilidades básicas como matemáticas y literatura incidían en la clase socioeconómica que podría alcanzar en su adultez.
En la investigación se definió al éxito a nivel socioeconómico al nacer, habilidades de lectura y matemáticas a los 7 años, inteligencia a los 11, motivación académica a los 16 y situación socioeconómica a los 42 años. Dentro de los resultados se detalló que la capacidad matemática a los 7 años predijo la cantidad de dinero que ganaban a mediana edad. “La asociación entre matemáticas básicas y habilidades de lectura y el estatus socioeconómico futuro permaneció y siguió siendo significativa: un salto en el nivel de lectura, por ejemplo, se asoció con un aumento de salario de mediana edad de alrededor de $ 7.750″.
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Josué Habacuc, director de la Red Ecuatoriana de Pedagogía, explicó que el ser humano tiene dos tipos de socialización: primaria y secundaria, las cuales van a influir en su vida adulta.
“Lo que aprendemos en los primeros estadios de nuestra vida va a determinar toda nuestra conducta, toda nuestra psicología, todo nuestro desarrollo cognitivo y esto a su vez va a determinar a qué campo nos inclinemos en el conocimiento o hacia qué circunstancia de la vida llevemos todos nuestros esfuerzos”, refiere.
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Dentro de la socialización primaria, señala, hay dos agentes que son primordiales: la familia y la escuela. Mientras que la secundaria se da durante la última etapa de la adolescencia, donde se tiene un margen de acción. Debido a la dinámica como se han manejado las familias, el rol de enseñanza se ha trasladado hacia los maestros y más aún durante la pandemia de COVID-19.
Habacuc indica que no necesariamente las personas que tienen habilidades en áreas como matemáticas o química van a tener ‘éxito en la vida’.
“Lo que ha puesto en evidencia la pandemia es que hay que reconfigurar todo este proceso llamado educación. En la actualidad las personas que tienen éxito en la vida son las que han logrado desarrollar dos tipos de habilidades: las fuertes y las blandas, y el mercado laboral en la actualidad está buscando personas que tengan un desarrollo bastante fuerte propio de su profesión”, añade.
Para el también estudiante doctoral en Educación, las familias deben retomar el concepto de socialización primaria, dedicándoles más tiempo a los hijos.
“Yo creo que en la actualidad sería retomar lo que nunca lo hemos hecho de manera correcta y con el tiempo necesario que es realizar un buen proceso de socialización primaria en los primeros años de edad de nuestros hijos e hijas y luego entender que para tener éxito en la vida no solo tienes que desarrollar habilidades fuertes, sino también habilidades blandas”, dijo. (I)